En Estados Unidos, en el estado de Texas, el distrito escolar de Uvalde destituyó de su cargo al jefe de policía, Pete Arredondo, por su respuesta al tiroteo masivo ocurrido el 24 de mayo pasado en la escuela primaria Robb, en el que murieron 19 escolares de cuarto grado y dos docentes. Arredondo es el primer agente del orden que es destituido por responder de manera inadecuada a la masacre. Imágenes de video muestran que los policías bajo el mando de Arredondo esperaron una hora y 17 minutos antes de ingresar finalmente al salón de clases donde se encontraba el adolescente armado autor de la masacre. En total, 376 agentes del orden participaron en la acción de respuesta al ataque en la escuela de Uvalde. La decisión de la junta escolar de despedir a Arredondo se produjo exactamente tres meses después del tiroteo masivo y luego de la airada reacción de la opinión pública que pedía su destitución. Estas fueron las palabras expresadas por Caitlyne González, una niña de diez años, estudiante de cuarto grado de la escuela primaria Robb, que perdió a dos de sus mejores amigos en el tiroteo.
Caitlyne González: “Si el trabajo de la policía es “proteger y servir”, ¿por qué no protegieron y sirvieron a mis amigos y maestras el 24 de mayo? A Pete Arredondo y todos los policías que estuvieron allí ese día les digo: ¡Entreguen sus insignias policiales y renuncien! ¡No merecen vestirlas!”.
Pete Arredondo no asistió a la reunión del miércoles, ya que alegó que temía por su seguridad física. En un comunicado, Arredondo calificó su remoción como un “linchamiento público inconstitucional” y exigió ser reincorporado de inmediato con el pago retroactivo de todos los salarios y beneficios correspondientes.
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