El plan mediado por China para repatriar a los refugiados rohinyás a Birmania avanza a pesar de que los refugiados temen ser víctimas de más actos de violencia

Birmania está formalizando los esfuerzos para repatriar a los refugiados rohinyás, seis años después de que se vieran obligados a huir del genocidio y la persecución que sufrían en dicho país. Funcionarios birmanos se reunieron el martes con familias de refugiados rohinyás en Bangladés para discutir el plan de repatriación, que fue negociado en abril por Birmania, Bangladés y China. Birmania ha dicho que está dispuesta a aceptar el regreso de unos 3.000 refugiados rohinyás antes de diciembre. Sin embargo, los refugiados se han negado a regresar por temor a ser víctimas de más actos de violencia. Los líderes rohinyás dijeron que los refugiados aceptarán volver a Birmania si se cumplen ciertas demandas, entre las que se encuentran el ser restablecidos en sus propias tierras y la obtención de la ciudadanía birmana. Los miembros de la comunidad rohinyá también han dicho que fueron amenazados para aceptar la repatriación, mientras que los funcionarios birmanos afirman que la medida sería voluntaria. Alrededor de un millón de refugiados rohinyás viven actualmente en Bangladés.