En Australia, el ex abogado militar e informante David McBride se declaró culpable de compartir ilegalmente material clasificado. El Gobierno australiano acusó a McBride de poner en peligro la seguridad nacional al compartir información sobre los crímenes de guerra que el país cometió en Afganistán con dos periodistas de la corporación de radiodifusión pública Australian Broadcasting Corporation, o ABC, quienes publicaron las revelaciones en un reporte titulado “The Afghan Files”. Las fuerzas armadas solicitaron inmunidad de interés público en el caso, lo que permitió al Gobierno retener información clave y frustró la posibilidad de que McBride se beneficiara de las protecciones para informantes. McBride habló con sus simpatizantes frente al edificio del tribunal.
David McBride: “Me siento orgulloso de mí mismo, y creo que cumplí con mi deber. No veo esto como una derrota. Lo veo como el comienzo de una Australia mejor”.
Organizaciones en defensa de la libertad de prensa advirtieron que el caso tendrá un efecto paralizador.
En noticias relacionadas, un grupo de 16 congresistas estadounidenses demócratas y republicanos enviaron a principios de noviembre una carta al presidente Biden pidiéndole que abandonara los esfuerzos para extraditar del Reino Unido al encarcelado fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y que “no prosiga con un proceso judicial innecesario que corre el riesgo de criminalizar las prácticas periodísticas comunes”.