Decenas de palestinos han muerto después de que Israel reanudara el bombardeo contra la Franja de Gaza y pusiera fin a una pausa de una semana que se acordó para facilitar el intercambio de rehenes retenidos en Gaza por prisioneros palestinos encarcelados en Israel. La organización Hamás respondió disparando una serie de cohetes hacia el sur de Israel. La ONU advierte que la reanudación de los ataques pone en riesgo miles de vidas inocentes. Desde el 7 de octubre, los bombardeos israelíes han causado la muerte de más de 15.000 palestinos, incluidos 6.100 niños y niñas. Israel ha ampliado su campaña militar para atacar zonas del sur de Gaza, donde aviones israelíes han estado arrojando panfletos en los que se advierte a la población sobre la necesidad de evacuar las áreas cercanas a Jan Yunis debido a que esa ciudad se ha convertido en una “zona peligrosa de combate”. Anteriormente, Israel obligó a cientos de miles de personas a abandonar el norte de la Franja de Gaza y dirigirse hacia el sur del enclave palestino. Pocas horas antes de que expirara la tregua, los residentes de Jan Yunis buscaron entre los escombros de sus antiguas viviendas los objetos personales que pudieran rescatar.
Dalal Masoud: “El fin de la calma hoy es como nuestra ejecución. Nos dicen que hoy es el último día del alto el fuego y que disponemos de 24 horas antes de tener que volver a refugiarnos en escuelas y enfrentar la penosa realidad de vivir sin agua, electricidad o un refugio adecuado. Queremos una tregua completa, no recibir anuncios diarios de un alto el fuego que luego se incumple”.