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Los líderes del Senado estadounidense dicen que el presidente Biden tendrá que esperar hasta el próximo año para negociar el acuerdo con el Partido Republicano sobre inmigración a cambio de la aprobación de un paquete de fondos de emergencia para apoyar guerras en otros países. Mientras tanto, el principal candidato presidencial republicano reforzó sus comentarios de odio acerca de las personas inmigrantes con palabras que resuenan a las del dictador nazi Adolf Hitler. En sintonía con estos comentarios, el gobernador de Texas, Greg Abbott, un importante partidario de Trump, aprobó una nueva ley que permite a la policía arrestar a cualquier persona que pueda considerarse sospechosa de haber ingresado a Estados Unidos sin autorización. “Está muy claro que estamos bajo ataque. […] Nos tienen totalmente bajo la mira”, dice Marisa Limón Garza, directora ejecutiva del Centro de Defensa del Inmigrante Las Américas, organización con sede en El Paso, que está impugnando judicialmente la nueva ley de Texas junto con otras organizaciones de derechos humanos.
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