En Estados Unidos, el gobernador del estado de Ohio, Mike DeWine, ordenó el lunes a los residentes de la localidad de East Palestine evacuar sus hogares y negocios, después de que un tren de carga descarrilara y esparciera humo y químicos tóxicos en esa comunidad situada a 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Pittsburgh.
Gobernador Mike DeWine: “Tienen que irse. Les estamos ordenando que se vayan. Esto es una cuestión de vida o muerte”.
El viernes por la noche, el descarrilamiento de un tren de carga desencadenó un enorme incendio que cubrió de humo el área circundante y amenazó con causar una gran explosión. Los restos del tren accidentado contenían sustancias químicas tóxicas, como fosgeno, cloruro de hidrógeno y cloruro de vinilo. La compañía operadora del tren siniestrado, Norfolk Southern, afirmó este lunes que había realizado una liberación controlada de los productos químicos. Algunos residentes de East Palestine que se apiñaron en los refugios de emergencia dijeron que no saben si regresarán a sus hogares después de que se levante la orden de evacuación.
Jami Cozza: “El arroyo que está junto a mi casa desprendía un olor químico muy fuerte. Entré en mi casa y [ese olor] era aún peor. Recogí la ropa y me fui. La ropa, incluso la que estaba en mi secadora, tenía un olor tan desagradable que tuve que lavarla en el hotel. Mi computadora portátil apestaba a productos químicos. No hay duda de que algo está pasando con el agua, y ni siquiera sé si quiero volver cuando levanten la orden de evacuación”.
El accidente concitó nuevamente la atención sobre los llamados “trenes-bomba” que transportan petróleo crudo y otras sustancias químicas peligrosas a través de diversas comunidades de Estados Unidos.