La guardia costera de Túnez informa haber recuperado el domingo los cadáveres de diez migrantes cuya embarcación naufragó en el mar Mediterráneo. El desastre se produjo pocas horas después de que una organización en defensa de los derechos humanos dijera que otros 19 refugiados de la región del África subsahariana se habían ahogado frente a la costa de Túnez mientras intentaban cruzar a Italia para buscar asilo. Según se informa, había al menos 67 migrantes desaparecidos.
Esto ocurre al tiempo que el Gobierno italiano afirma que el número de migrantes que llegan a los puertos del país se ha triplicado en los primeros tres meses de 2023. Tan solo durante el fin de semana más de 4.000 personas desembarcaron en el sur de Italia. El sábado, un barco de ayuda humanitaria rescató, cerca del archipiélago de Malta, a 78 migrantes que se encontraban a bordo de un pequeño bote inflable de goma en aguas internacionales. Un día antes, el barco de rescate Geo Barents, operado por la organización Médicos Sin Fronteras, rescató a 190 migrantes, incluidos menores no acompañados, frente a las costas de Italia. La coordinadora de dicha organización, Virginia Mielgo González, dijo que las nuevas normas que aprobó el Gobierno de extrema derecha de Italia en febrero han reducido en gran medida los esfuerzos de rescate en el Mediterráneo.
Virginia Mielgo González: “Nuestra principal preocupación sería que nos detengan; es decir, que nos impidan hacer lo que estamos haciendo. Estamos rescatando gente en el mar Mediterráneo, y seguirá siendo necesario hacerlo, ya que las personas seguirán usando esta ruta”.