Cientos de miles de personas volvieron a salir este jueves a las calles de Francia para pedir que el presidente francés, Emmanuel Macron, cancele una medida que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años. El Consejo Constitucional de Francia ha validado este viernes la constitucionalidad de la mayor parte de la reforma de las pensiones, que fue aprobada por Macron mediante un decreto ejecutivo. En París, varios manifestantes irrumpieron en la sede de LVMH, un conglomerado internacional de marcas de lujo, y exigieron que las personas más ricas de Francia aporten más dinero para financiar el sistema estatal de pensiones.
Fabien Villedieu: “Están buscando soluciones para financiar el sistema de pensiones. Hay una solución muy sencilla: sacar dinero de los bolsillos de los multimillonarios. Estamos aquí en la sede de LVMH. Aquí trabaja Bernard Arnault, el mayor multimillonario de Francia y del mundo entero. Si los fondos de la seguridad social se están acabando, pueden venir a buscar dinero aquí, entre otros sitios”.