En Pakistán, al menos 13 mujeres, niños y niñas murieron en una estampida el viernes frente a una fábrica de la ciudad de Karachi que estaba distribuyendo donaciones de alimentos y dinero en efectivo para el mes de Ramadán. Las víctimas fueron aplastadas cuando cientos de personas corrieron al recinto donde se realizaba la distribución. Ocho personas, incluido el gerente de la fábrica, han sido arrestadas por no haber implementado protocolos de seguridad. La tragedia se produce al tiempo que Pakistán se enfrenta a un empeoramiento de la crisis económica y a una inflación vertiginosa, con muchas familias que no pueden pagar los alimentos necesarios. Estas fueron las palabras expresadas por un padre afligido cuyo hijo de siete años murió en la estampida.
Umer Zada: “No había reglas ni regulaciones, mi hijo fue pisoteado allí. Estoy absolutamente devastado. Hay otras personas como yo a cuyos hijos mataron, sacrificaron. Las mujeres que no tenían para comer estaban allí. ¿El Gobierno no se da cuenta que la gente se está muriendo de hambre?”.