En la noche del martes, la policía de Israel llevó a cabo una redada en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa que se encuentra en la zona ocupada por Israel de Jerusalén Oriental, donde atacó a los fieles palestinos durante la celebración musulmana del Ramadán.
Fiel: “La policía israelí nos atacó allí dentro. Todos los jóvenes que se encuentran dentro están sufriendo y nadie los está ayudando. ¿Qué están esperando? [La policía israelí] atacó a todos los que estaban dentro. Las ventanas de la mezquita están todas rotas”.
Los testigos dicen que la policía usó granadas de aturdimiento y gas lacrimógeno, y golpeó a los fieles con porras y rifles. Al menos una docena de personas resultaron heridas y unos 400 palestinos fueron arrestados. El centro médico del recinto de la mezquita de Al-Aqsa fue destruido.
Mientras tanto, las fuerzas armadas israelíes mataron a otros dos palestinos en una incursión militar que llevaron a cabo el lunes en la ciudad de Naplusa, que se encuentra ubicada en los territorios ocupados de Cisjordania; por lo que el número de palestinos que han muerto a manos de las fuerzas armadas israelíes en lo que va de 2023 asciende a al menos 94.