Decenas de miles de nacionalistas israelíes, escoltados por soldados fuertemente armados, marcharon el jueves por la zona ocupada por Israel de Jerusalén Oriental para celebrar el “Día de la Bandera”, una fecha que conmemora la toma de Jerusalén y Cisjordania por parte de Israel en la guerra de Medio Oriente de 1967. Muchos de los manifestantes coreaban “¡Muerte a los árabes!” y dirigieron insultos racistas a los palestinos. Residentes palestinos del barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén fueron golpeados por ultranacionalistas israelíes. El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, fue uno de los políticos israelíes de alto rango que participaron en la marcha. Ben-Gvir fue condenado en 2007 por incitación racista contra los árabes y por apoyar a una organización terrorista. Rosie Scammell, corresponsal de la agencia de noticias AFP en Jerusalén, publicó un video que muestra a manifestantes israelíes arrojando palos, piedras y botellas a un grupo de periodistas que se encontraban en la Puerta de Damasco. La corresponsal escribió al respecto: “[Los manifestantes] lanzan vítores cada vez que nos golpean con proyectiles”. Tres periodistas resultaron heridos durante el incidente, al menos dos de ellos con lesiones en la cabeza.
En la Franja de Gaza, militares israelíes dispararon balas reales y lanzaron gases lacrimógenos contra los palestinos que se habían congregado para protestar a lo largo de la barrera altamente fortificada que separa el territorio sitiado de Israel. Estas fueron las palabras expresadas por Ismail Rudwan, del grupo de resistencia islámica Hamas.
Ismail Rudwan: “La marcha de las banderas no les concederá la soberanía sobre Jerusalén, que ustedes han convertido en una base militar. Jerusalén será siempre la capital unificada e indivisible de Palestina”.