En Zimbabue, el presidente Emmerson Mnangagwa fue declarado vencedor de las elecciones de la semana pasada y se aseguró otro mandato de cinco años, luego de que los retrasos generalizados durante la votación obligaran a prolongar los comicios un segundo día y de que su contrincante lo acusara de haber manipulado las elecciones. Los observadores electorales europeos afirmaron que la votación “no estuvo a la altura” de las normas establecidas, y señalaron que “los actos de violencia y de intimidación generaron en última instancia un clima de miedo”. El líder de la oposición zimbabuense, Nelson Chamisa, calificó las elecciones de “fraude descomunal” y pidió la intervención de los países vecinos.
Nelson Chamisa: “Está claro que nosotros estamos impugnando las elecciones por considerarlas una farsa. Los resultados, el proceso en sí, los impugnaremos en función de lo que han dicho los observadores de la Comunidad de Desarrollo de África Austral. Impugnamos este resultado falso y este defectuoso proceso que se basó en cifras controvertidas”.