Pacientes y médicos presentan una demanda que afirma que los médicos se niegan a practicar abortos en Idaho, Tennessee y Oklahoma por miedo a las sanciones

En Estados Unidos, el Centro de Derechos Reproductivos presentó varias demandas en nombre de ocho pacientes y cuatro ginecólogos y obstetras en los estados de Idaho, Tennessee y Oklahoma. Los demandantes alegan que la prohibición del aborto llevó a los médicos a negarse a practicar la intervención, incluso en situaciones de emergencia, por temor a tener que enfrentar un juicio y otras sanciones. Una de las pacientes, Nicole Blackmon, se vio obligada a continuar con su embarazo después de que los médicos del estado de Tennessee se negaron a practicarle un aborto, a pesar de que no había ninguna posibilidad de que el feto sobreviviera. Debido a ello, Blackmon sufrió preeclampsia, una condición que puede ser mortal y, a los siete meses de embarazo, dio a luz a un mortinato. La directora ejecutiva del Centro de Derechos Reproductivos, Nancy Northup, declaró: “Nadie debería estar a las puertas de la muerte para recibir una atención médica esencial, pero eso es exactamente lo que ocurre cuando se obliga a los médicos a ejercer la medicina bajo amenaza de encarcelamiento. […] Las mujeres que hoy pueden ponerse de pie sobrevivieron, pero es sólo cuestión de tiempo para que alguien no sobreviva”.