En el Capitolio de Estados Unidos, más de 40 activistas por la paz fueron arrestados mientras realizaban el martes una protesta dentro del edificio Hart de oficinas del Senado para exigir el fin del envío de armamento estadounidense a Israel. Los manifestantes, liderados por la organización Voz Judía por la Paz, llevaban camisetas rojas y exigían al Gobierno estadounidense educación, vivienda, atención médica y empleo, en lugar de “genocidio”.
Por otra parte, en la ciudad de Chicago, la policía arrestó a más de una docena de activistas pacifistas judíos que se encontraban bloqueando de manera no violenta escaleras mecánicas y ascensores con el fin de cerrar las operaciones comerciales de la sede comercial y de intercambio de datos de Caterpillar, una compañía que suministra al Ejército de Israel las excavadoras blindadas que dicho país utiliza para demoler viviendas y negocios en la Franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania.
Las protestas se produjeron un día antes de que el Senado de Estados Unidos vote este miércoles un conjunto de resoluciones que fueron redactadas por el senador independiente del estado de Vermont Bernie Sanders. Dichas resoluciones tienen como finalidad bloquear la venta a Israel de municiones para tanques, kits de bombas y otras armas letales estadounidenses.
Senador Bernie Sanders: “Lo cierto es que, desde el punto de vista legal, estas resoluciones no son complicadas. Son claras y concisas. El Gobierno de Estados Unidos actualmente está violando la ley, y todos los miembros del Senado estadounidense que creen en el Estado de derecho deberían votar a favor de estas resoluciones”.
El lunes, uno de los sindicatos más grandes de Estados Unidos, el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, que cuenta con dos millones de afiliados, pidió a los senadores estadounidenses aprobar las resoluciones de Bernie Sanders. La presidenta de dicho sindicato, April Verrett, dijo al respecto: “Los miembros del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios han dejado en claro que quieren que [el Gobierno estadounidense] deje de usar el dinero de los contribuyentes [de Estados Unidos] para financiar la ayuda militar que posibilita los ataques contra civiles inocentes en Gaza”.