Israel se enfrenta a una presión cada vez mayor para que acepte un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes. El sábado por la noche, horas después del rescate de los cuatro rehenes en Nuseirat, miles de manifestantes israelíes salieron a las calles. En la ciudad de Tel Aviv, la policía disparó cañones de agua para dispersar a los manifestantes y realizó al menos 33 detenciones.
El domingo, Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra israelí, renunció al Gobierno de Benjamín Netanyahu y pidió que se convoquen nuevas elecciones.
Benny Gantz: “Lamentablemente, Netanyahu nos está impidiendo avanzar hacia una verdadera victoria, que es la justificación del continuo y doloroso coste de la guerra. Por eso hoy abandonamos el Gobierno de emergencia, con el corazón apesadumbrado, pero con plena confianza”.
Poco después de la dimisión de Gantz, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, exigió un puesto en el gabinete de guerra.
Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se encuentra nuevamente en Medio Oriente donde mantendrá conversaciones en Egipto, Israel, Jordania y Catar para impulsar la propuesta del presidente Biden para que se establezca un alto el fuego en la Franja de Gaza y se libere a los rehenes israelíes.