La ONU está pidiendo encarecidamente a la comunidad internacional que preste más atención a la catástrofe humanitaria que se está desarrollando en Sudán. La guerra que estalló en abril de 2023 en el país africano ha causado la muerte de al menos 14.000 personas, ha obligado a más de diez millones a abandonar sus hogares y podría provocar millones de muertes relacionadas con la hambruna. Organizaciones humanitarias estiman que 750.000 personas podrían enfrentar una escasez catastrófica de alimentos para septiembre, mientras que algunos analistas señalan que el número de muertes podría ascender a millones.
Esto se produce en medio de los mortíferos combates que se están registrando en El Fasher. El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido intenta apoderarse de la última ciudad del estado de Darfur del Norte que aún no está bajo su control. Más de 220 personas han muerto en los últimos combates. La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que insta a las Fuerzas de Apoyo Rápido a detener de inmediato sus ataques en El Fasher.