En la ciudad de Gaza, el periodista de la cadena Al Jazeera Ismail al-Ghoul y el camarógrafo Rami al-Rifi murieron el miércoles en un ataque aéreo israelí selectivo. El hecho sucedió en el campamento de refugiados de Shati, mientras los periodistas trabajaban en la cobertura de la muerte del jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh. Durante una transmisión en vivo, la periodista de Al Jazeera Hind Khoudary se quebró al deplorar el asesinato de sus colegas.
Hind Khoudary: “Hacemos de todo. Usamos nuestras chaquetas de prensa. Usamos nuestros cascos. Intentamos evitar los lugares que no son seguros. Procuramos ir a sitios en los que podamos garantizar nuestra seguridad. Pero hemos sido atacados en lugares normales donde se encuentran ciudadanos normales. Estamos intentando hacer todo lo posible [para estar a salvo], pero al mismo tiempo queremos informar. Queremos contarle al mundo lo que está pasando. Es desgarrador informar esto hoy, así como informar que ataques israelíes han matado a Shireen, Hamza y Samer. Y esta no es la primera vez que tenemos que lamentar [estas muertes], pero cada vez que lo hacemos se siente como si fuera la primera vez. Es una gran pérdida para nosotros aquí, para los periodistas en Gaza y especialmente para el equipo de Al Jazeera, perder a este colega”.
La cadena Al Jazeera se comprometió a reclamar justicia para sus periodistas asesinados y para los más de 160 trabajadores de la prensa que han muerto al cubrir la guerra en Gaza.
El director editorial de Al Jazeera, Mohamed Moawad, publicó un mensaje que había recibido recientemente de Ismail al-Ghoul. Un fragmento del mensaje decía: “Déjame decirte, amigo, que ya no conozco el sabor del sueño. Los cadáveres de niños, los gritos de los heridos y sus imágenes ensangrentadas nunca desaparecen de mi vista. Los llantos de las madres y los lamentos de los hombres que extrañan a sus seres queridos nunca desaparecen de mis oídos”. Al-Ghoul añadía en el mensaje: “Estoy cansado, amigo”.