El Departamento de Justicia de Estados Unidos concluyó que la masacre racial de Tulsa de 1921 fue un “ataque coordinado de estilo militar”. La agencia gubernamental publicó los resultados de su investigación al respecto, que se anunció hacia finales de 2024. El 31 de mayo y el 1 de junio de 1921, una multitud violenta de personas blancas asesinaron a unos 300 residentes negros de Greenwood, un barrio situado en la ciudad de Tulsa, estado de Oklahoma, conocido como el “Wall Street negro”, y saquearon y destruyeron sus casas y negocios.
El informe también establece que no queda ninguna persona viva involucrada en los hechos que el Departamento de Justicia pueda llevar ante los tribunales. Las dos últimas sobrevivientes de la masacre racial de Tulsa, Viola Fletcher y Lessie Benningfield Randle, ambas de 110 años, han intentado obtener justicia y reparaciones durante años. En 2024, la Corte Suprema de Oklahoma desestimó la demanda interpuesta por las sobrevivientes.