En la ciudad estadounidense de Baltimore, un juez federal de inmigración ha denegado una solicitud de asilo del padre de familia del estado de Maryland Kilmar Ábrego García, quien tiene 30 días para apelar el fallo. El juez desestimó el argumento de Ábrego García de que enfrentaba una “expulsión inminente a Uganda”, a pesar de que el Gobierno de Trump ha amenazado públicamente en repetidas ocasiones con enviarlo a Uganda o Esuatini, países con los que no tiene vínculos. El caso de Ábrego García recibió cobertura internacional por primera vez cuando el Gobierno de Trump lo deportó erróneamente a El Salvador, donde estuvo recluido en el tristemente célebre Centro de Confinamiento del Terrorismo, o CECOT.
Un funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos admitió días después que Ábrego García había sido deportado por un “error administrativo”. Desde entonces, Ábrego García ha sido objeto de ataques por parte del presidente Trump y altos funcionarios de su Gobierno, quienes lo han acusado de ser traficante de personas y miembro del grupo criminal MS-13, a pesar de no haber sido condenado por ningún delito.