Any Lucía López Belloza, de diecinueve años de edad, fue detenida y deportada sin una orden de expulsión en su contra, cuando intentaba regresar a su casa, en Texas, desde el centro de educación superior Babson College en Boston, para sorprender a su familia en el Día de Acción de Gracias. “Este es el primer arresto de este tipo que veo”, dice su abogado, Todd C. Pomerleau, y añade que la estudiante ha sido víctima de una campaña de desprestigio que él describe como un “asesinato mediático”. López Belloza fue “trasladada en autobús hasta la zona de la frontera, con grilletes alrededor de sus tobillos, cadenas alrededor de su cintura, grilletes alrededor de sus muñecas”. Sus familiares intentaron denunciar en los medios las violaciones de derechos humanos que había sufrido y, ahora, también ellos están siendo acosados por la policía.
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