En el este de la República Democrática del Congo, unas 7.000 personas han muerto a causa de la creciente escalada de actos de violencia que se inició en enero, cuando el grupo rebelde M23, que cuenta con el apoyo de Ruanda, comenzó a tomar el control de importantes ciudades del país. La primera ministra de la República Democrática del Congo, Judith Suminwa Tuluka, anunció esa impactante cifra de muertos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se celebró este lunes en la ciudad de Ginebra. La primera ministra congoleña agregó que otras 450.000 personas se encuentran sin refugio después de que 90 campamentos de desplazados fueran destruidos por lo que llamó las “fuerzas de ocupación”. Estas fueron las palabras expresadas por Tuluka.
Primera ministra Judith Suminwa Tuluka: “Es imposible describir los gritos y llantos de millones de víctimas de este conflicto: mujeres, niñas violadas, menores desplazados y huérfanos. Los periodistas y artistas, que son testigos de esta tragedia, no tienen derecho a contárnosla. Esto requiere una respuesta internacional más fuerte y coordinada”.
La primera ministra congoleña también pidió a los actores internacionales que garanticen la aplicación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada el viernes que insta al Ejército de Ruanda a detener su apoyo al M23 y a retirar de inmediato de la República Democrática del Congo a todos sus soldados.