En el marco de las crecientes medidas represivas contra la inmigración, el Gobierno de Trump se está preparando para poner fin al estatus de protección temporal de más de 300.000 ciudadanos venezolanos que viven en Estados Unidos. Las personas afectadas obtuvieron el estatus de protección temporal en 2023 y recibieron una extensión de 18 meses por parte del Gobierno de Biden. Sin embargo, la nueva medida intenta finalizar dicha protección solo 60 días después de que se publique el aviso de terminación, una acción que varios abogados consideran “claramente ilegal”.
Mientras tanto, Venezuela ha acordado, según se informa, recibir vuelos con personas deportadas desde Estados Unidos tras las conversaciones mantenidas con el enviado de Trump a ese país, Richard Grenell, que se reunió el viernes en Caracas con el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Grenell regresó a Estados Unidos desde Caracas con seis ciudadanos estadounidenses que habían estado encarcelados en Venezuela.