El Ministerio de Salud palestino afirma que el número de muertos por un bombardeo israelí que se produjo el miércoles en el barrio de Shujaiya de la ciudad de Gaza ha ascendido a al menos 35, y se espera que siga aumentando. Al menos 55 personas resultaron heridas durante el ataque y otras 80 siguen atrapadas bajo los escombros. Entre las víctimas se encuentran menores de edad, algunos de los cuales quedaron despedazados, luego de que varios misiles israelíes impactaran en un edificio residencial donde Israel afirmó más tarde que se alojaba un combatiente de alto rango de Hamás, a quien no identificó y de lo cual no proporcionó pruebas.
Las muertes se produjeron al tiempo que el periódico Haaretz informó que el Ejército de Israel se está preparando para incorporar la ciudad sureña de Rafah y sus barrios circundantes a una zona de amortiguación situada a lo largo de la frontera con Gaza. Rafah constituye alrededor del 17% del territorio de la Franja de Gaza y, antes de octubre de 2023, albergaba a unos 200.000 palestinos. Actualmente, esta ciudad está prácticamente desierta, después de que, a finales de marzo, Israel ordenara una vez más la expulsión masiva de sus residentes.