La Corte Suprema estadounidense ha ordenado por unanimidad al Gobierno de Trump que “facilite” el regreso de Kilmar Ábrego García a Estados Unidos, luego de que al residente del estado de Maryland se le negara el derecho al debido proceso antes de ser deportado al tristemente célebre Centro de Confinamiento del Terrorismo, o CECOT, de El Salvador, donde se han reportado violaciones contra los derechos humanos, incluidos el trabajo esclavo y la tortura. Ábrego García está casado y es padre de tres niños. La familia de Ábrego García huyó de El Salvador en 2011, cuando este tenía 16 años, después de que miembros de bandas criminales los extorsionaran y amenazaran con matarlo. El Gobierno de Trump admitió que Ábrego García fue trasladado a El Salvador debido a un “error administrativo”, pero argumentó que no podía traerlo de regreso a Estados Unidos debido a que ahora está bajo custodia del Gobierno salvadoreño.
El jueves, ninguno de los nueve jueces del tribunal discrepó de un fallo sin firma que rechazaba ese argumento y respaldaba la decisión de la jueza federal de distrito Paula Xinis, quien exigió al Gobierno de Trump “facilitar y efectuar” el regreso de Ábrego García. Sin embargo, el tribunal no fue claro sobre cómo se concretaría exactamente su regreso. García es uno de los al menos 278 hombres que han sido acusados de pertenecer a bandas criminales y trasladados por el Gobierno de Trump al CECOT sin el debido proceso. El Gobierno estadounidense ha basado en muchos casos sus acusaciones únicamente en el hecho de que los acusados tenían tatuajes.