Recordamos a la fotógrafa palestina Fatma Hassona, a quien un ataque israelí mató un día después de que el documental que narra su vida en Gaza fuera seleccionado para el festival de Cannes

Reportaje18 de abril de 2025

El miércoles 16 de abril, un misil israelí mató a Fatma Hassona, fotoperiodista palestina de 25 años y protagonista del documental “Put Your Soul on Your Hand and Walk” (Ponte el alma en la mano y camina). En el ataque contra el edificio en el que vivía Hosanna en el norte de Gaza también falleció su familia. El día anterior al ataque, Hassona se había enterado de que la película centrada en su vida y obra había sido seleccionada para estrenarse en la sección ACID (Asociación para la Difusión del Cine Independiente) del festival de Cannes 2025. Hablamos con la directora del documental, Sepideh Farsi, quien destaca el talento, la integridad y la esperanza de Hassona. “No tengo palabras para expresar lo devastada que estoy”, dice Farsi y comparte que Hassona había aceptado con alegría la invitación a ir a Cannes, pero había enfatizado su deseo de regresar a Gaza y permanecer en la tierra de su familia. Farsi añade que “dada la gran cantidad de periodistas y fotógrafos que el ejército israelí ha matado en Gaza” es probable que hayan atacado selectivamente el edificio de Hassona. Como homenaje al trabajo de Hassona, reproducimos el tráiler del documental y compartimos una selección de su fotografía y poesía.

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Transcripción
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AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz.

Soy Amy Goodman. Fatma Hassona era una fotógrafa y artista de 25 años de Gaza que documentó los devastadores impactos de la guerra de Israel contra el enclave. También era la protagonista de un nuevo documental titulado “Ponte el alma en la mano y camina”. La mañana del miércoles 16 de abril, Israel mató a Fatma, junto con al menos nueve miembros de su familia, en un ataque aéreo contra su casa en el norte de Gaza. Su muerte se produjo un día después de que su documental fuera seleccionado para estrenarse en el festival de Cannes. Este es un fragmento del trailer de la película.

SEPIDEH FARSI: ¿Dónde estás ahora?

FATMA HASSONA: Estoy en el norte de Gaza.

Este es mi barrio. Nadie vive aquí ni aquí ni ahí ni allá. No hay nadie.

SEPIDEH FARSI: Cuando la guerra comenzó el 7 de octubre, yo me encontraba viajando por el mundo presentando mi última película que habla sobre una guerra que viví en persona durante mi adolescencia en Irán. Decidí ir a El Cairo con el fin de cruzar a través de Rafah, pero no pude, porque todas las carreteras a Gaza estaban bloqueadas. En su lugar, comencé a filmar a los refugiados palestinos que acababan de llegar de Gaza. Conocí a Fatem a través de uno de ellos.

FATMA HASSONA: Soy fotógrafa.

SEPIDEH FARSI: Sí, lo vi. Vi tus fotos.

Conocerla fue como tener un espejo en frente que me hizo darme cuenta de lo mucho que nuestras vidas están condicionadas por muros y guerras.

AMY GOODMAN: Veíamos parte del tráiler del nuevo documental “Ponte el alma en la mano y camina”.

Nos acompaña ahora la directora de la película, Sepideh Farsi, galardonada cineasta iraní, quien nos habla desde París.

Bienvenida a Democracy Now!, Sepideh. Nuestras más profundas condolencias por la muerte de Fatma, Fatma Hassona, a quien usted le estaba mostrando el mundo más profundamente en este nuevo documental. ¿Nos puede hablar sobre quién era, de su trayectoria y de cómo murió?

SEPIDEH FARSI: Hola, Amy.

Estoy muy devastada. Es muy difícil… No puedo creer que ella ya no esté. No sé qué decir. La conocí hace un año, como escucharon en el tráiler… Lo siento…

AMY GOODMAN: Tómese su tiempo. Sé lo increíble y terriblemente difícil que es esto. Mientras veía su documental, el tiempo que pasó con ella en Zoom, tratando de hablar, reconectándose una y otra vez, el miedo de que cada vez que hablaba con ella podía ser la última conversación, esa es la sensación que uno tiene a lo largo de la película: ¿podrá Sepideh hablar con ella de nuevo? Y qué sonrisa tan increíblemente radiante la de Fatma, mientras describía las situaciones tan difíciles en las que se encontraba su familia y todas las personas que murieron a su alrededor, eso es lo que está impregnado por todo el documental.

SEPIDEH FARSI: Sí, ella era exactamente como usted la ha descrito, Amy, una persona muy cálida, radiante, y muy valiente, resistente, muy joven también, con esperanza, a veces con desesperanza, pero en general muy fuerte y optimista y con una integridad enorme.

Por supuesto, todo ese año fue un año de conexiones intermitentes y, muy a menudo, tanto como podíamos. Muchas veces temí por su vida. Todos los días le escribía, de modo que si ella no podía conectarse, al menos intercambiábamos algunos mensajes de texto y audio y fotos, todo lo que podíamos. La mayoría de las veces que nos conectábamos para hablar yo filmaba las videollamadas. Y sí, todos los días y todas las noches temía por su vida.

Y de alguna manera, al final de ese período, cuando se anunció la selección y yo había empezado a… Le dije hace dos días, justo un día antes de que muriera, de que la mataran, que la película había sido seleccionada. Ella se puso bastante contenta. Le dije: “¿Aceptas venir?”. Ella respondió: “Sí, con la condición de que volveré a Gaza después. Yo quiero estar aquí. La ocupación israelí quiere que nos vayamos. Yo no me quiero ir. Voy a conservar mi tierra y mi casa, como los otros palestinos”. Pero estábamos tratando de sacarla de Gaza al menos para la presentación de la película. Y un día después, me enteré de la noticia. Aún no lo puedo creer. No hay palabras para describir lo devastada que estoy. Perdimos a una gran persona.

AMY GOODMAN: El festival de Cannes publicó un comunicado, la asociación ACID, ¿se pronuncia “acid”?

SEPIDEH FARSI: Sí.

AMY GOODMAN: El comunicado decía, sobre Fatma Hassona, luego de que la mataran: “Su sonrisa era tan mágica como su tenacidad al ser testigo presencial, al fotografiar Gaza, al distribuir alimentos a pesar de las bombas, del duelo y del hambre. Escuchamos su historia y nos alegramos con cada una de sus apariciones al verla con vida, temíamos por ella”, decía el comunicado.

¿Puede hablar sobre cómo Fatma se inició en la fotografía? Además, uno de los aspectos más conmovedores durante todo este documental es que nos presenta, uno por uno, incluso usted se sorprende al conocer a los miembros de su familia, que por casualidad están en el lugar donde ella se encuentra cuando puede conectarse con usted. Conocemos a su hermano. Conocemos a su papá. Los vemos mirándola a usted, que no se cubre la cabeza, una mujer, hablándole a Fatma desde París o donde quiera que esté. Pero ella, toda su vida, solo ha estado en Gaza.

SEPIDEH FARSI: Sí, exactamente. Esto fue algo significativo para mí también y para ella. Y lo compartí con ella, en el sentido de que tuve muchos momentos de duda, me sentí culpable, dudé si debería o no intercambiar y compartir las experiencias de mis viajes y mis aventuras y lo que estaba haciendo. Y en algún momento pensé que era mi manera de contribuir, mostrándole algo que ella aún no conocía, porque nunca tuvo la oportunidad de estar fuera de Gaza.

Y la primera vez que nos conocimos, ella me dijo: “Oh, tú eres de Irán. Una de las ciudades que me gustaría ver es Teherán”. Y le dije: “Yo misma no puedo volver a Teherán”. Me respondió: “¿Por qué?”. Yo le dije: “Por razones políticas”. Era tan absurdo para ella. Ni siquiera lograba imaginar cómo otras personas que no fueran palestinas no podían regresar a su propio país, mientras estas otras personas están encerradas en su país y no pueden salir. Fue un contraste muy fuerte entre lo que yo estaba viviendo y lo que ella estaba viviendo.

Pero lo supimos manejar y le dimos forma a toda la película y a nuestra relación en torno a esa discrepancia en nuestras experiencias. Creo que ese fue uno de los aspectos que enriquecieron bastante nuestros intercambios, que yo no creo en Dios y ella sí, yo estoy en el exilio y ella estaba atrapada en su país. Y eso hizo que fuera aún más conmovedor, creo, para mí, y creo que también para ella.

La primera vez le dije: “Eres tan joven. Tienes la edad de mi hija”. Y ella respondió: “¡Oh, podrías ser mi madre!” fue muy espontánea, muy generosa y muy metódica en su documentación del genocidio y en su visión de lo que estaban pasando, con una gran claridad, a pesar de su corta edad, o, tal vez, debido a su corta edad, no lo sé.

AMY GOODMAN: Estamos mostrando sus fotografías mientras hablamos con usted. Quiero preguntarle cómo se conocieron, pero ¿puede decirnos primero cómo murió esta semana?

SEPIDEH FARSI: Todavía sigo preguntándome si hubo un vínculo entre el hecho de que la película fuera seleccionada en Cannes y que, un día después, solo un día después, su casa fuera bombardeada. La casa fue bombardeada. La gente dice que fue algo deliberado. Yo también creo que ese podría ser el caso, dado el alto número de periodistas y fotógrafos en Gaza a quienes el ejército israelí ha matado. Creo que este podría ser uno de esos casos.

Por supuesto, no tengo más información al respecto. Me encantaría que se realizara una investigación para averiguarlo, porque ella era muy querida para mí y para muchos de nosotros. Pero el hecho es que la bomba fue lanzada sobre su casa, y la casa, toda la casa, fue destruida. Ella y otros nueve miembros de su familia, incluyendo a todos aquellos a quienes yo conocía, murieron. Estoy tratando de obtener más información. Podría ser que sus padres o uno de ellos, su padre o su madre, sigan con vida, gravemente heridos. Todavía estoy buscando noticias. No lo sé. Pero lo que es seguro es que hubo diez muertos y once heridos. Y creo que nunca sabré, hasta que hagamos una investigación, por qué fue atacada esa casa.

AMY GOODMAN: Sepideh, ¿cómo conoció a Fatma?

SEPIDEH FARSI: Como explico en el tráiler y al comienzo de la película, en algún momento, recorriendo el mundo con mi película anterior, la de animación, llamada “La sirena”, estaba siguiendo las noticias de la guerra en Gaza, por supuesto, y del 7 de octubre, y de todo lo que se desarrolló después. Y faltaba una pieza de ese rompecabezas.

Bueno, esta es mi gata, quien aparece en la película. Lo siento. Ella siempre está en la imagen.

Pero para mí, faltaba una pieza del rompecabezas y esa pieza era el punto de vista palestino y la narrativa palestina. Y en algún momento se volvió tan insoportable para mí que decidí ir a Gaza, a través de Rafah. Así que fui a El Cairo para cruzar la frontera, pero ya era demasiado tarde. Además, tengo pasaporte francés, y nací en Irán. No era posible entrar. Entonces, comencé a trabajar con refugiados palestinos en El Cairo, y a través de una de esas personas conocí a Fatma en internet, Y así es como comenzó todo. Y fue inmediato. La conexión fue inmediata.

AMY GOODMAN: Hable sobre por qué ella tomó esta cámara por primera vez, quiero decir, es algo increíblemente peligroso. Ella murió junto a muchos miembros de su familia, pero otros miembros de su familia, como su abuelo, su tío, también murieron mientras estaba viva, en este último año y medio.

SEPIDEH FARSI: Creo que parte del destino palestino o el destino de Gaza es que sabían que existe esta fatalidad. Yo me negaba a aceptarlo, pero creo que tenían esta… ya sabe, cuando ella dice en la película: “No pueden derrotarnos, porque no tenemos nada que perder”, es algo muy impactante. Lleva tiempo asimilarlo y darse cuenta de lo que quiere decir. Ahora me doy cuenta de lo que quiere decir. Por supuesto, puedes perder tu vida, pero creo que existe esta fatalidad para la que están preparados. Entonces, sí, ella había perdido a 13 miembros de su familia, si no recuerdo mal, ya en enero de 2024. Ella me habló de cada uno de ellos. Habló de sus nombres y de sus edades y demás varias veces en la película.

Y a pesar de eso, no se rindió, no dejó de tomar fotos y documentar lo que está ocurriendo. Eso fue esencial para ella, y escribir también, porque ella también era poeta, como usted dijo. Pero creo que la fotografía era su actividad principal y más seria. Le pregunté si le gustaría continuar con la música, porque también cantaba y componía, y ella dijo: “No, la fotografía es lo más importante para mí”. Y ella misma describió su cámara como un arma. Ella dijo: “Sabes, como el francotirador que levanta su arma y dispara, yo disparo mi cámara, y tomo una foto. Y es esencial documentar esta guerra y este genocidio”. Y ella decía eso todo el tiempo. Entonces, creo que fue muy importante para ella que sus fotos y su trabajo en general, también sus textos permanecieran y fueran retransmitidos y compartidos con un público más amplio. Y eso es lo que yo trataré de hacer por todos los medios.

AMY GOODMAN: ¿Tiene su poema frente a usted para poder leerlo?

SEPIDEH FARSI: Puedo encontrarlo. Deme un segundo.

AMY GOODMAN: Estamos hablando con Sepideh Farsi, la galardonada cineasta iraní. Vive en París. Su nuevo documental se titula “Ponte el alma en la mano y camina”, cuya protagonista es Fatma Hassona, quien murió esta semana. Sepideh le dijo a Fatma, el día antes de morir en un ataque aéreo israelí junto a nueve miembros de su familia, según la información que tenemos, que la película acababa de ser aceptada en el festival de Cannes y que quería que estuviera allí. ¿Encontró el poema?

SEPIDEH FARSI: Sí. Este es uno de sus poemas, “El hombre que usaba sus ojos”.

No tengo currículum
Para reconocer dos ojos
Misteriosos
Y creo
No tengo una historia
Una clara para que un extraño
Crea en ella
Y él cree
No tengo características físicas
Completas
Para volar
Fuera de esta gravedad
Y creo

Tal vez estoy marcando el comienzo de mi muerte
Ahora
Antes de que la persona que está frente a mí levante
Su afilado rifle de francotirador
Y es el final
Terminó para mí
Silencio

¿Eres un pez?
No respondí cuando el mar me preguntó
No sabía de dónde venían estos cuervos
Y se abalanzaron sobre mi carne
¿Hubiera parecido lógico
Si dijera que sí?
Deja que estos cuervos se abalancen
Al final
Sobre un pez

Ella cruzó
Y yo no crucé
Mi muerte me cruzó
Y una bala afilada de francotirador
Me convertí en un ángel
Para una ciudad
Enorme
Más grande que mis sueños
Más grande que esta ciudad
Me convertí en una santa de la poesía…

AMY GOODMAN: Sepideh, estamos terminando el programa. Muchas gracias. Publicaremos el poema en línea. Sepideh Farsi, la galardonada…

SEPIDEH FARSI: Gracias.

AMY GOODMAN: … documentalista. La protagonista de su película era Fatma Hassona, a quien acaban de matar.


Traducido y editado por Democracy Now! en español.

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