Las autoridades tunecinas desmantelaron el jueves un campamento improvisado situado en la ciudad de Sfax, un importante centro de tránsito para los refugiados de la región del África subsahariana. Este es el segundo campo de refugiados destruido en lo que va del mes de abril. Los campamentos demolidos llegaron a albergar conjuntamente a unas 7.000 personas. La medida forma parte de un plan más amplio para expulsar, sin ofrecer ninguna alternativa ni derechos básicos, a los africanos subsaharianos indocumentados que se encuentran en Túnez. Estas fueron las palabras expresadas por un inmigrante.
Aykini: “Cuando vine, estaba en la ciudad, pero hay momentos en los que quiero venir aquí para usar este lugar como punto de partida hacia Europa. Cada vez [que vengo], se produce el desmantelamiento de los campamentos, y tenemos que cambiar de campamento. Estas son las diferentes dificultades que enfrentamos aquí. Cuando las autoridades tunecinas vienen, destruyen todas las casas, y pierdes todo lo que tienes en un abrir y cerrar de ojos. Y esas son las diferentes dificultades que enfrentamos ahora”.