La junta militar gobernante de Birmania ha declarado un alto el fuego temporal de 20 días, al tiempo que el número de muertos por el terremoto de la semana pasada asciende a 3.085. Las fuerzas de resistencia armada también habían anunciado previamente un alto el fuego temporal. Las labores de rescate y alivio se han visto obstaculizadas por el recorte a la ayuda internacional estadounidense que implementó recientemente el presidente Trump. Muchos sobrevivientes de la ciudad de Mandalay, que está situada cerca del epicentro del terremoto, se encuentran en áreas de difícil acceso; al tiempo que permanecen sin vivienda, electricidad ni servicio telefónico.
Daw Win Mar: “Por ahora, dormimos en colchones sobre el suelo. Algunas personas que todavía tienen mosquiteras, las instalan, mientras que las que no, simplemente duermen al aire libre”.
Por su parte, al menos 22 personas murieron en Tailandia, la mayoría de ellas en el derrumbe de un edificio en construcción de gran altura.