En los territorios ocupados de Cisjordania, los miembros de una familia afirman que, en la madrugada del miércoles, un grupo de soldados israelíes irrumpió sin previo aviso en su casa antes de dispararle al palestino Jassem al-Sadda, de 20 años, mientras dormía. Según se informa, el joven murió desangrado mientras no se le permitía a nadie acercarse a él.
Su muerte se produjo al tiempo que las fuerzas armadas israelíes continúan su intensa campaña de incursiones y de demoliciones de viviendas en diferentes partes de Cisjordania, donde los ministros israelíes acaban de aprobar 22 nuevos asentamientos, que son ilegales en virtud del derecho internacional. Esta es la mayor expansión de asentamientos en la historia de Israel. Esto se produce en medio de un aumento de los ataques de colonos israelíes contra las comunidades palestinas. El martes, los residentes de Qaryout informaron que colonos israelíes invadieron sin previo aviso dicha localidad, donde prendieron fuego a casas y propiedades.
Ali Qassam: “Estábamos en casa, sentados y a salvo, no había nadie afuera, cuando fuimos sorprendidos por el sonido de explosiones y vimos fuego y humo. Abrimos la puerta y nos sorprendió ver solo a un gran número de colonos. Prendieron fuego a coches y casas, y dañaron el vecindario. Como pueden ver, quemaron quizás diez autos. Quemaron la casa y dañaron los autos. Incluso golpearon a la gente. Salí de mi casa, y también me golpearon con un bate”.
Mientras tanto, una nueva ley israelí permite que menores de tan solo doce años sean condenados a cadena perpetua. Los expertos de la ONU dicen que la ley está diseñada para castigar a las familias palestinas y es probable que esta viole las leyes internacionales, incluida la Convención sobre los Derechos del Niño.