En el estado de Carolina del Sur, los registros de la autopsia de Mikal Mahdi revelan que los agentes penitenciarios cometieron un error en su ejecución, que fue realizada en abril por pelotón de fusilamiento. Los tres verdugos de Mahdi no le dispararon en el corazón, sino en el abdomen, lo que le causó “dolor y sufrimiento conscientes e insoportables durante unos 30 a 60 segundos”. Mahdi fue declarado muerto casi cuatro minutos después de que los agentes le dispararan. El equipo legal que representó a Mikal Mahdi dijo que su cliente eligió el método del pelotón de fusilamiento en lugar de la inyección letal y la silla eléctrica porque creía que ese sería el “menor de los tres males”.
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