Cientos de miles de iraníes han salido a las calles de Teherán para protestar contra la intensificación de los ataques israelíes y rechazar la intervención de Estados Unidos en el conflicto armado. Esto se produce al tiempo que el ministro de Relaciones Exteriores iraní se reúne en la ciudad de Ginebra con sus homólogos de Francia, Alemania y el Reino Unido, y cuando el conflicto entre Israel e Irán, que comenzó el 12 de junio con un ataque no provocado del Ejército israelí, entra en su segunda semana.
La Casa Blanca dijo el jueves que el presidente Trump decidirá “dentro de dos semanas” si Estados Unidos atacará Irán y se negó a afirmar si el presidente estadounidense eludirá la autorización del Congreso para tal ofensiva, como lo dictamina la Constitución de Estados Unidos. El miércoles, Trump dijo que le había dado un “ultimátum final” a Teherán en relación con su programa nuclear, en medio de informes de que el presidente de Estados Unidos habría aprobado un plan de guerra estadounidense para atacar Irán. El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, dijo esta semana que no existen pruebas de que Irán esté construyendo un arma nuclear.