Una nueva normativa del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. restringe aún más la capacidad de los legisladores para inspeccionar las cárceles del Servicio de Inmigración

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha emitido nuevas restricciones para limitar las inspecciones de las cárceles para inmigrantes por parte de los congresistas. Según la nueva normativa, los congresistas deben notificar la visita a cualquier cárcel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas con al menos 72 horas de anticipación, al tiempo que dicha agencia federal cuenta con la autoridad exclusiva de negar o cancelar las visitas.
Esta semana, se impidió a los congresistas del estado de Illinois Delia Ramírez y Jesús “Chuy” García visitar una instalación del Servicio de Inmigración situada en la localidad de Broadview.
Asimismo, al congresista neoyorquino Jerry Nadler se le negó el ingreso a una unidad de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas situada en el edificio 26 de Federal Plaza, en el distrito de Manhattan, donde activistas en defensa de los derechos de los inmigrantes han informado que decenas de personas que fueron arrestadas cuando se presentaron a sus audiencias judiciales de inmigración pasan varios días detenidas en condiciones de hacinamiento, muchas de las cuales se ven obligadas a dormir en el piso mientras esperan ser trasladadas.