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El giro dado por Donald Trump con respecto a su promesa de campaña de divulgar públicamente los “archivos de Epstein” —el caso del inversor poderoso y con buenos contactos que murió en la cárcel cuando estaba a la espera de ser procesado por tráfico sexual y agresión sexual a numerosas adolescentes y mujeres jóvenes— ha generado una fuerte división en el movimiento trumpista conocido como MAGA, siglas en inglés de “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo). Muchos de sus partidarios consideran que el hecho de que Trump niegue la existencia de una “lista de clientes” de Jeffrey Epstein es una traición a su promesa de “sacar la basura” y revelar lo que gran parte de sus partidarios ve como una prueba de la corrupción criminal de las “élites”, principalmente las demócratas. Ahora, la insistencia de Trump a sus simpatizantes de que abandonen su obsesión con las “teorías de conspiración relacionadas con Epstein, que su gente ha alimentado durante mucho tiempo”, hace imposible “para algunos de sus mayores partidarios e impulsores no comenzar al menos a sospechar que [el presidente] tiene algo que ocultar”, señala Asawin Suebsaeng, de la revista Rolling Stone, quien viene cubriendo los impactos del manejo que vienen haciendo Trump y su Fiscal General, Pam Bondi, del caso Epstein.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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