“Robamos secretos”: el nuevo documental de Alex Gibney explora la historia de WikiLeaks

Reportaje23 de enero de 2013
Estamos transmitiendo desde el Festival de Cine de Sundance en Park City, Utah, donde analizamos el nuevo documental del cineasta ganador del Oscar Alex Gibney, “We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks” (Robamos secretos. La historia de WikiLeaks). La película examina quiénes fueron los principales actores en la publicación de cientos de miles de cables diplomáticos secretos de Estados Unidos en el sitio web de revelación de datos secretos WikiLeaks. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, es uno de los protagonistas, al igual que Bradley Manning, el soldado del Ejército acusado de filtrar los documentos a WikiLeaks. Gibney, un documentalista que ganó un premio de la Academia por la película “Taxi to the Dark Side” (Viaje en taxi al lado oscuro), nos acompaña en Park City.
Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Estamos transmitiendo desde Park City, Utah, en el Festival de Cine Sundance. Comenzamos el programa de hoy con We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks (Robamos secretos), un documental que analiza quiénes fueron los actores clave que participaron en la filtración de cientos de miles de cables diplomáticos secretos de Estados Unidos al sitio wed de denuncias WikiLeaks.

Vamos a ver un fragmento de la película, que comienza con declaraciones del ex vocero del Departamento de Estado de EE.UU., PJ Crowley. Crowley renunció días después de haber acusado al Pentágono de “ridículo y contraproducente y estúpido” por el trato que le dio a Bradley Manning, soldado del ejército estadounidense sospechoso de haber sido el responsable de las denuncias.

P.J. CROWLEY: Esta filtración de la información fue a escala industrial. Afecta a todas las relaciones que Estados Unidos tiene con países de todo el mundo. Aunque Estados Unidos y otros traten de manejar el impacto, esto será una herida que seguirá abriéndose de manera recurrente.

NARRADOR: El comportamiento de Estados Unidos también fue expuesto, ya que los cables revelan encubrimientos en casos criminales y una política sistemática de usar a los diplomáticos para espiar a gobiernos extranjeros.

MICHAEL HAYDEN: Bueno, todo el mundo tiene secretos. Algunas de las acciones de los Estados nacionales para mantener la seguridad y la libertad de su pueblo tienen que ser secretas para ser exitosas. Si fueran públicas no se podrían llevar a cabo. Ahora bien, voy a ser muy franco, ¿de acuerdo? Nosotros robamos secretos. Nosotros robamos los secretos de otros países. Eso no se puede hacer a la vista de todos y al mismo tiempo tener éxito por mucho tiempo.

AMY GOODMAN: La persona que dice “Nosotros robamos secretos” es Michael Hayden, ex director de la CIA y de la Agencia Nacional de Seguridad, o NSA.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ocupa un lugar destacado en la película. Assange permanece encerrado, en estos momentos, en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió el año pasado en su intento por evitar la extradición a Suecia y en última instancia, como él mismo sostiene, a Estados Unidos.

Mientras tanto, Bradley Manning, el soldado del Ejército acusado de filtrar los documentos a WikiLeaks, irá a juicio. La semana pasada, el juez que supervisa la audiencia previa al juicio al soldado Manning determinó que el gobierno debe probar que Manning tuvo la intención de ayudar al enemigo, tal como aducen los fiscales. La coronel Denise Lind les dijo a los fiscales que deberán demostrar que Manning sabía, o debería haber sabido, que los documentos que se le acusa de haber filtrado a WikiLeaks terminarían en manos de los miembros de al-Qaeda. Para hablar más sobre la película, nos acompaña hoy aquí, en Park City, Utah, en el décimo aniversario del festival de cine documental Sundance, el director, Alex Gibney, documentalista ganador de un premio Oscar. Entre sus otras películas están Taxi to the Dark Side, Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God y Enron: The Smartest Guys in the Room. La película Taxi to the Dark Side, que se centra en un taxista inocente en Afganistán que fue torturado y asesinado en una base de la Fuerza Aérea en Bagram en 2002, es la película por la que fue galardonado con el Premio de la Academia. Bienvenido a Democracy Now!, Alex.

ALEX GIBNEY: Gracias, Amy. Me alegro de estar aquí.

AMY GOODMAN: Nos alegra que esté con nosotros. Cuéntenos por qué decidó hacer la película Robamos Secretos.

ALEX GIBNEY: Bueno, creo que cuando me acerqué a este tema originalmente, y, de hecho, me llamaron de Universal para desarrollarlo, lo acepté porque pensé que era la versión suprema de David y Goliat. Un hombre solo contra el mundo, un muchacho, un superhéroe de Internet, Julian Assange, con una computadora, errando por el mundo y desafiando a la mayor superpotencia. Me parecía una clásica historia de David y Goliat, al principio.

AMY GOODMAN: ¿Y entonces qué pasó?

ALEX GIBNEY: Bueno, creo que parte del interés que despierta la historia es, y eso que esta historia tenía una gran cantidad de componentes, por una parte, descubrí al personaje de Bradley Manning, en quien puse mucha atención. Al principio no pensé que iba a hacer eso. Me pareció un personaje tremendamente interesante que además genera compasión. Por otra parte, creo que la película muestra un cambio en Julian Assange. Me parece que en su momento de mayor fama, vemos que su rigurosa adhesión a la verdad, quizás, cambió, déjeme expresarlo de esta manera.

AMY GOODMAN: ¿Qué quiere decir?

ALEX GIBNEY: Quiero decir que el mayor problema que tuve con Julian Assange fue con el episodio sueco. Es decir, un episodio en el que se plantearon preguntas acerca de su comportamiento con dos mujeres en Suecia. Y mucha gente, incluyéndome a mi, pensamos en ese momento que se trataba de algún tipo evidente de anzuelo, algún tipo de complot por parte de la CIA para evitar que se siguieran filtrando otros documentos. Y resulta que al final no es nada de eso. En mi opinión, es la historia de un hombre y dos mujeres, que Julian Assange transformó en algo más grande que eso. Y ahora él cree en algo que para mí no es cierto.

AMY GOODMAN: ¿Qué sería eso?

ALEX GIBNEY: Que Estados Unidos está tratando de utilizar o manipular el proceso judicial sueco con el objetivo de llevar a Assange a Suecia, para luego enviarlo a Estados Unidos y juzgarlo allí.

AMY GOODMAN: ¿Y por qué piensa que eso no es cierto?

ALEX GIBNEY: Porque no hay evidencia de que lo sea. Quiero decir, sabemos que hay un gran jurado, o una investigación de un gran jurado a Julian Assange, pero no hay absolutamente ninguna evidencia de que Estados Unidos esté manipulando el proceso judicial sueco de manera alguna. Por otra parte, es mucho más difícil extraditar a Julian Assange desde Suecia que desde el Reino Unido. De hecho, si Assange fuera a Suecia y se iniciaran los trámites de extradición, el Reino Unido tendría que aprobarlos. Assange tuvo una cantidad extraordinaria de apelaciones en el Reino Unido para determinar si estas cuestiones son válidas o no, porque no se han presentado cargos judiciales todavía. Pero ya sea que estas cuestiones son legítimas o no, todas las veces perdió. Ha tenido muchísimas oportunidades legales para presentar su caso, pero no ha tenido éxito.

AMY GOODMAN: ¿Cree que debería estar preocupado? En el próximo segmento vamos a estar hablando con Jennifer Robinson, asesora legal, de Assange.

ALEX GIBNEY: Claro.

AMY GOODMAN: Pero no pueden obtener una garantía por parte del gobierno sueco de que no van a extraditarlo a Estados Unidos.

ALEX GIBNEY: Pero no creo que ningún gobierno otorgue a ningún individuo ese tipo de garantía. Quiero decir, Julian Assange pretende estar por encima de la ley. El hecho es que si un gobierno recibe una solicitud de extradición por parte de otro gobierno, tiene que analizarlo a través de sus propios tribunales, para determinar si es legítimo. Julian Assange no puede pretender ser la única persona a la que no se trate conforme al derecho.

AMY GOODMAN: Vamos a ver un fragmento de la película Robamos secretos. La historia de WikiLeaks. En este fragmento se puede ver a Julian Assange cuando está a punto de ofrecer una conferencia de prensa sobre la publicación de los documentos relacionados con la guerra en Afganistán, una enrome cantidad de documentos que dejan al descubierto la guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán. Escuchamos a Julian Assange, pero primero se escucha la voz del periodista australiano Mark Davis.

MARK DAVIS: Se levantó tarde, por supuesto. Estoy llamando a su puerta. “Julian, vamos, hombre”. Se levanta, hace lo de siempre .

JULIAN ASSANGE: ¿Qué hora es? ¿Qué hora es?

MARK DAVIS: Menos veinticinco

JULIAN ASSANGE: Necesito preparar una pequeña lista de cosas.

MARK DAVIS: Bueno, solo dos minutos. ¿Cómo te sientes?

JULIAN ASSANGE: Cansado, no he dormido mucho, pero bien. Bien. Catorce páginas publicadas en The Guardian esta mañana. “Una filtración masiva de archivos secretos dejan al descubierto la verdadera guerra en Afganistán”. Les prometemos a nuestras fuentes un máximo impacto político, y creo que nos acercamos mucho.

MARK DAVIS: Hay diez camionetas de prensa afuera.

JULIAN ASSANGE: Sí, sí. Será un buen resultado.

MARK DAVIS: Salió caminando por esa puerta como un estudiante harapiento y envejecido. Después de caminar unos metros, ya era toda una estrella de rock. Era uno de los tipos más famosos del planeta.

AMY GOODMAN: Julian Assange entra al Frontline Club, donde ofrece esta conferencia de prensa. Alex Gibney, ¿puede continuar?

ALEX GIBNEY: Bueno, ese fue un momento extraordinario. Este hombre al que muy pocas personas conocían, de repente entra en escena y preside una tremenda publicación de documentos que revelan la verdad sobre la guerra en Afganistán, una gran cantidad de verdades que no sabíamos sobre victimas civiles, sobre un escuadrón de la muerte. Realmente fue una especie de destape de lo que estaba sucediendo en realidad en la guerra en Afganistán y de cómo nuestro gobierno no estaba informando a la población sobre eso.

AMY GOODMAN: Y en la película, usted se centra en un momento, el 12 de julio 2007, cuando Julian Assange publica un video de Nueva Bagdad, una zona de Bagdad. ¿Cuál es la importancia de lo publicado por WikiLeaks?

ALEX GIBNEY: WikiLeaks publicó un video que registraba el ataque de un helicóptero de combate a un grupo de personas. Es un material impresionante por muchas razones. Una de ellas es que el helicóptero está tan alto que nadie lo podía ver desde el suelo. Los pilotos del helicóptero sí pueden ver a las personas abajo. Julian Assange logró publicar las imágenes de la cámara interna del helicóptero, la cámara de a bordo. Así que uno puede escuchar las voces de los pilotos, cuando piden permiso para disparar y terminan matando a un grupo de personas que finalmente resultaron ser civiles, entre ellos dos periodistas de Reuters. También hirieron de gravedad a un par de niños, y otro hombre que llevaba sus hijos a la escuela, se acercó para tratar de rescatar a los heridos.

AMY GOODMAN: Y, sin embargo, en el video se escucha que los soldados dicen: “Bueno, no debería haber traído a sus hijos. Eso es lo que le pasa a ese padre por llevar los niños a una zona de guerra.

ALEX GIBNEY: Así es. Se escuchan muchos comentarios brutales de los soldados. Quiero decir, es horrible ver eso, francamente. Probablemente estos comentarios fanáticos no sean atípicos en boca de los soldados en el campo de batalla. Pero la disparidad de las armas usadas por este helicóptero, el material bélico, es titánica. Y esas personas caminan por ahí con con poco o casi nada. Es una escena impresionante de la guerra moderna. Se puede observar una lluvia devastadora que cae sobre la población civil que está abajo.

AMY GOODMAN: ¿Y por qué pensó que era fundamental destacar esto como uno de los motivos por el cual Julian Assange estaba publicando estos documentos? ¿Qué es lo que simbolizaba?

ALEX GIBNEY: Bueno, simboliza el papel valiosísimo de WikiLeaks por la publicación de material que de otra manera hubieran permanecido en secreto, innecesariamente. Creo que uno de los puntos fuertes de esta película es cómo el gobierno de Estados Unidos mantiene muchísimas más cosas en secreto de las necesarias. En el caso de “Collateral Murder” (Asesinato colateral), el título de la versión corta del video que Julian Assange dio a conocer, Reuters pidió una copia. Después de todo, dos de sus empleados habían sido asesinados. El ejército dijo: “No, es material clasificado, secreto”. Pero resultó que el ejército ya tenía una transcripción de esto en un libro, que había sido escrito por un ganador del Premio Pulitzer. Ese libro tenía una transcripción completa, entonces el ejército desde entonces admite que no era material secreto. Así que uno debe preguntarse ¿A qué está jugando el ejército cuando se trata de documentos secretos? Me parece que uno de los grandes temas que el caso Julian Assange y Bradley Manning sacan a la luz es esta excesiva y sistemática clasificación de distintos materiales como documentos secretos, que nos impide ver la verdad de lo que está sucediendo.

AMY GOODMAN: Eso tiene mucha historia. Usted comienza la película en la década de 1980 en Australia. Explíquenos, ¿qué es ”WANK”?

ALEX GIBNEY: Sí, se llama el ataque del gusano WANK. Fue una de las primeras instancias de un gusano informático, que infectó los sistemas informáticos de la NASA, justo antes de la puesta en marcha de un módulo Explorer llamado Galileo, que era alimentado por una batería de plutonio. Muchos activistas antinucleares estaban preocupados de que eso alguna vez explotara, y cayera en forma de lluvia sobre la Tierra. Entonces, de repente, justo antes del lanzamiento, un mensaje extraño apareció en las computadoras de la NASA; decía ”WANK” (Gusanos contra los asesinos nucleares, según las siglas en inglés) y tenía parte de la letra de lo que luego se supo era una canción australiana de Midnight Oil, una de las bandas favoritas de Assange. Más tarde, hubo algunos interrogantes acerca de si Julian Assange había participado en ese primer ataque. Pero nunca pudo demostrarse si participó o no. Julian es muy reservado al respecto. Nunca dice que participó ni que no participó.

AMY GOODMAN: ¿Y cuál era la letra de esa canción?

ALEX GIBNEY: “Hablas de tiempos de paz para todos, y luego te preparas para la guerra”. Pero también es interesante porque fue un poco el comienzo de Internet. Y la película “We Steal Secrets” habla mucho de Internet, habla mucho del tipo de conversaciones que hay ahí, del tipo poder que el gobierno estadounidense en términos de la vigilancia sobre Internet, y del poder compensatorio que los ciudadanos comunes, armados solo con la habilidad de utilizar computadoras, tienen para defenderse. Y también ubica a Julian Assange dentro de esa especie de comunidad hacker de Melbourne, de la cual, en última instancia, surgió.

AMY GOODMAN: De ahí, usted pasa a la Primavera árabe; pronto se cumple el segundo aniversario del levantamiento egipcio, el 25 de enero. Usted se refiere a cómo WikiLeaks contribuyó a los levantamientos en Medio Oriente.

ALEX GIBNEY: No creo que haya ninguna duda al respecto. Quiero decir, sería exagerado decir que WikiLeaks causó la Primavera árabe. Fueron levantamientos populares. Pero, aun así, la revelación de una gran cantidad de documentos secretos del Departamento de Estado [de EE.UU.] corrió la cortina. Y, de hecho, uno ve a representantes honestos del Departamento de Estado, que hablan de la verdadera corrupción, deshonestidad y feroz tiranía de algunos regímenes en Túnez, en Egipto, en Libia. Entonces, cuando los documentos secretos fueron difundidos, también se produjo una tremenda validación de muchos de los críticos del gobierno

AMY GOODMAN: Habla de Julian Assange y de Bradley Manning en la película. Y hace bastante énfasis en las transcripciones de las conversaciones por internet que el soldado Bradley Manning mantuvo con el hacker Adrian Lamo, quien más tarde delató a Bradley Manning. Voy a leer algunas de las palabras de Bradley Manning. Aparecen escritas durante la película “We Steal Secrets” Manning escribe: “Si tuvieras libre acceso a redes de documentos secretos y vieras cosas increíbles, cosas horribles, cosas que pertenecen al dominio público, y no a un servidor cualquiera guardado en un cuarto oscuro de Washington DC, ¿qué harías?” Manning escribe: “Quiero que la gente vea la verdad independientemente de quiénes sean, porque sin información, uno, como pueblo, no puede tomar decisiones con conocimiento de causa”.

ALEX GIBNEY: Una declaración muy poderosa por parte de Bradley Manning, que nos indica que él estaba muy preocupado, pero que en algún sentido sabia que lo que estaba haciendo era un acto de denuncia. Ahora bien, no es un acto de denuncia clásico porque la cantidad de documentos que fueron publicados y la manera en que fueron publicados son bastante diferentes a un acto de denuncia clásico. Pero, se puede ver que Bradley Manning está preocupado por la existencia de un nivel de diálogo que tiene lugar por fuera de la esfera pública. Esto debería hacerse públicamente.

AMY GOODMAN: Y él era un oficial de inteligencia en Irak en aquel momento.

ALEX GIBNEY: No era un oficial, sino un especialista.

AMY GOODMAN: Especialista.

ALEX GIBNEY: Un analista de inteligencia de un rango más bien bajo en Irak.

AMY GOODMAN: Esta es otra de las transcripciones que usted destaca de las conversaciones de Bradley Manning con Adrian Lamo. Manning escribe: “Hillary Clinton y otros cientos de miles de diplomáticos de todo el mundo van a sufrir un infarto cuando se despierten una mañana y encuentren que todo un repositorio secreto de dcomentos de política exterior está disponible, en formato de búsqueda, para todo el público. Donde haya presencia de Estados Unidos se dará a conocer un escándalo diplomático. Es la diplomacia abierta al publico. La anarquía a nivel mundial en formato CSV. Es un Climategate de alcance global y de una profundidad impresionante. Es algo hermoso y horrible al mismo tiempo”.

ALEX GIBNEY: Otra vez. Quiero decir, creo que ve una gran cantidad de documentos que muestran una especie de dos niveles. Uno es la exposición pública de la diplomacia, y otro son los mensajes a veces muy inspiradores entre diplomáticos que hablan de lo que realmente está sucediendo. Y para ser honesto, Amy, creo que muchos de nosotros nos horrorizaríamos si cada comunicación entre diplomáticos o entre soldados en el campo de batalla fuera filtrada por los soldados que trabajan para el ejército o el Departamento de Estado. Pero lo que esto representa para mí es una especie de correctivo al por mayor. Es decir, se han mantenido en secreto demasiadas cosas por demasiado tiempo y este fue un acto audaz, tal vez irreflexivo, aunque no quiero usar la palabra “irreflexivo”. Tal vez; no estoy seguro de que haya considerado todas las consecuencias, ni tampoco de que haya leído todos los documentos. Es una filtración inmensa. Pero en algún sentido, ha hecho un poco de justicia porque nos ha mostrado mucho de lo que antes se nos ocultaba. Es todo un nivel de diálogo que el pueblo estadounidense debería conocer y sin embargo no conoce.

AMY GOODMAN: ¿Y el vínculo entre el soldado Bradley Manning y Julian Assange? Por supuesto, que el soldado Bradley Manning está acusado de haber filtrado todos los documentos a WikiLeaks.

ALEX GIBNEY: Correcto. Y nosotros no lo sabemos. Julian Assange siempre dijo que él no sabe, o no sabía, que estos documentos que recibió fhabían sido entregados por Bradley Manning. Las fuerzas armadas de a poco filtraron algunas conversaciones entre Bradley Manning y Julian Assange, que indican que había cierta familiaridad entre ellos.

AMY GOODMAN: Pero, ¿cómo saber que en realidad son conversaciones entre Bradley Manning y Julian Assange si son las fuerzas armadas las que las están filtrando? De hecho, en la película, usa comillas para referirse a Julian Assange. Supongo que eso es lo que hace la conversación. ¿Cómo sabe que es Julian Assange?

ALEX GIBNEY: No, no, no. Lo que sabemos es que la computadora de Bradley Manning fue presentada como evidencia. Ahora, supongo que podríamos decir vamos a ver si David Coombs desafía esa prueba en los tribunales. Pero, en realidad, David Coombs, el abogado de Bradley Manning, ya se presentó ante la corte, de una manera muy inusual, para decir que están dispuestos a declararse culpable de un número de faltas leves que tienen que ver con sacar información de las redes secretas y filtrarla a WikiLeaks. De manera que creo que lo que descubrieron en la computadora de Bradley Manning fue que la dirección de estas conversaciones aparece en la libreta de contactos de Manning y que esta dirección en particular, que puede verse en las conversaiones, era la de Julian Assange.

AMY GOODMAN: ¿Alguna vez la justicia lo citó ya sea en relación al soldado Bradley Manning o al gran jurado de Julian Assange por las entrevistas que ha hecho?

ALEX GIBNEY: No.

AMY GOODMAN: En última instancia, ¿qué ha aprendido? ¿Qué le ha sorprendido más, Alex, en el proceso de realización de este documental?

ALEX GIBNEY: Es una buena pregunta. En cierto modo, llegué a esta historia pensando que se trataba de una máquina, es decir, una nueva máquina de filtraciones, una especie de dropbox electrónico, la posibilidad de publicar contenidos en todo el mundo en sitios web “espejos” para que esos contenidos nunca pudieran ser retirados. Creo que esa es la innovación más importante. No creo que el dropbox sea tan importante. Pero en última instancia, descubrí que esto no se trata de la historia de una máquina. En realidad es una historia que se trata de personas. Y uno descubre que todo este proceso de filtraciones y decisiones morales que se han tomado acerca de qué debería ser secreto y qué no, son preocupaciones profundamente humanas planteadas por de figuras conmovedoras, a veces muy nobles, a veces muy equivocadas, que participan en todo esto. Y creo que la historia ha sido interpretada y analizada equivocadamente como una serie de simples figuras políticas, cuando en realidad se trata de una historia profundamente humana que —en parte— debería ser interpretada de esa forma.

La otra cosa que aprendí es la manera en la que todos estamos tratando de entender lo que sucede en internet, que suponemos que es una máquina para la libertad, y en muchos sentidos lo es, pero también es una máquina de vigilancia para el gobierno. Y curiosamente, es también una especie de torbellino de la crueldad, en el que la gente se esconde detrás de nombres de usuarios para expresar pensamientos e insultos horribles. Sobre este aspecto vimos que los defensores de Julian Assange, fueron tras estas mujeres suecas de manera horrible. Así que se trata de un montón de cosas, pero creo que es realmente acerca de la vida moderna. Pero sin duda es acerca de la batalla entre lo que debería ser secreto y lo que no debería ser secreto.

AMY GOODMAN: Y, por último, ¿ha entrevistado a Julian Assange?

ALEX GIBNEY: Nunca entrevisté a Julian Assange. Pasé una buena cantidad de tiempo tratando de entrevistar a Julian Assange. Hubo momentos en que aceptó ser entrevistado y luego no quería ser entrevistado. Pero en última instancia, nunca accedió a darme una entrevista. Hubo una larga negociación sobre eso, una conversación de seis horas, que tuve con él en la mansión de Norfolk, en Inglaterra.

AMY GOODMAN: Donde se encontraba bajo arresto domiciliario.

ALEX GIBNEY: Donde se encontraba bajo arresto domiciliario, sí. Arresto domiciliario “de mansión”, como ellos lo llamaron.

AMY GOODMAN: Pero no consiguió entrevistarlo.

ALEX GIBNEY: No hubo entrevista a Julian Assange.

AMY GOODMAN: Bueno.

ALEX GIBNEY: Pero tampoco he podido entrevistar al Papa.

AMY GOODMAN: Alex Gibney, quiero darle las gracias por estar con nosotros. Alex Gibney es un cineasta ganador del premio Óscar. Su última película se ha estrenado en Sundance; se llama “We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks” (Robamos secretos: la historia de WikiLeaks). Entre sus películas se encuentran: “Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God”, “Enron: The Smartest Guys in the Room”, y la ganadora de un premio de la Academia “Taxi to the Dark Side”. Esto es Democracy Now! Después del corte, Jennifer Robinson, asesora legal de Julian Assange, responde nuestras preguntas. Y luego hablaremos sobre otra película que se acaba de estrenar, “Fire in the Blood” (Fuego en la sangre). También hablaremos con un médico ugandés que fue encarcelado por tratar de llevar medicamentos genéricos a Uganda para tratar el SIDA. Quédense con nosotros.

Entrevista traducida por Alejandra Burgos. Editada por Gabriela Diaz Cortez, Clara Ibarra y Democracy Now! en Español

The original content of this program is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License. Please attribute legal copies of this work to democracynow.org. Some of the work(s) that this program incorporates, however, may be separately licensed. For further information or additional permissions, contact us.

Las noticias no comerciales necesitan de su apoyo

Dependemos de las contribuciones de nuestros espectadores y oyentes para realizar nuestro trabajo.
Por favor, haga su contribución hoy.
Realice una donación
Inicio