Noam Chomsky: ¿por qué EE.UU. no acepta su responsabilidad en la historia de la esclavitud y el racismo?

Reportaje03 de marzo de 2015

Noam Chomsky reflexiona sobre el movimiento Las vidas de los negros sí importan, que se extendió a todo Estados Unidos, y lo considera una respuesta a las consecuencias de la esclavitud y el racismo, que vienen de hace cientos de años y aun no están resueltas. “[La esclavitud] es en gran medida la base de nuestra riqueza y privilegio”, afirma Chomsky. “¿Existe un museo de los esclavos en Estados Unidos? El primero recién se está por crear recién ahora con una donación privada. Este es el centro de nuestra historia junto con el exterminio y la expulsión de la población originaria. Pero eso no forma parte de nuestras conciencias”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: ¿Y luego tiene en Estados Unidos un movimiento en torno a la rendición de cuentas … Este 7 de marzo es el 50 aniversario del Bloody Sunday (domingo sangriento), en Selma, cuando John Lewis, ahora miembro del Congreso, y decenas de personas fueron golpeados por policías del estado de Alabama. 50 años más tarde tenemos el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan). Tenemos estas historias que se repiten en todo el país sobre agentes de policía que matan a personas de color jóvenes, y no tan jóvenes. ¿Qué piensa sobre este movimiento? Y ve usted el movimiento contra la austeridad en Europa, el movimiento de la rendición de cuentas en Estados Unidos, el movimiento en torno al cambio climático— ¿Ve a estos movimientos funsionándose de alguna manera?

NOAM CHOMSKY: Deberían. Pero, en realidad, el grado de fusión no es alto. Debemos recordar- tomemos como ejemplo a Selma. Si usted escucha la retórica de el Día de Martin Luther King, es instructivo. Por lo general termina con el discurso de “I Have a Dream” (yo tengo un sueño) y con los derechos de voto. Y Martin Luther King no se detuvo allí. Luego pasó a condenar la guerra en Vietnam y a plantear cuestiones de clase. Él comenzó a plantear cuestiones de clase y a fijarse en el norte. En ese momento, él cayó en desgracia y desapareció. Él estaba tratando— fue asesinado cuando trataba de organizar un movimiento de gente pobre y apoyando una huelga de los trabajadores del departamento de recogida de basura en Memphis. Estaban organizando una marcha a Washington para establecer un movimiento a favor de los pobres, para pedirle al Congreso que hiciera algo respecto de las cuestiones de clase. La marcha tuvo lugar después de su muerte, fue dirigida por su viuda, terminó en Washington. Instalaron un campamento, una “ciudad de la resurrección”. Este fue el Congreso más liberal, probablemente, de la historia. Lo toleró brevemente y luego envió a la policía en el medio de la noche, y fueron expulsados de la ciudad. Y eso ha desaparecido de la retórica sobre Martin Luther King. Por lo tanto, puedes condenar a un sheriff racista de Alabama, pero no a nosotros, por favor. No toque nuestros privilegios y nuestro poder. Y esa es una gran parte de los antecedentes. Estos temas son muy reales.

Hay más problemas aquí. El racismo es un problema muy serio en Estados Unidos. Eche un vistazo a la labor académica al respecto, por ejemplo, el estudio de George Fredrickson sobre la supremacía blanca, un estudio comparativo. Llega a la conclusión, creo que plausiblemente, de que la supremacía blanca en Estados Unidos fue aún más extrema y salvaje que en Sudáfrica. Basta con pensar en nuestra propia historia. Nuestra economía, nuestra riqueza, nuestro privilegio recae, en gran medida, en un siglo de horribles campos de trabajo para esclavos. La producción de algodón no fue sólo el combustible de la Revolución Industrial, fue la base para el sistema financiero, para el sistema mercantil, el comercio, como también para Inglaterra. Estos fueron campos de trabajo para esclavos brutales. Hay un estudio reciente realizado por Edward Baptist que revela información sorprendente. El título es sorprendente, algo así como: “The Half Has Never Been Told” (la mitad nunca se ha dicho), lo que es más o menos cierto, nunca fue dicho. Pero, por ejemplo, muestra bastante convincentemente que, en los campos de trabajo para esclavos, en las llamadas cortésmente “plantaciones”, la productividad aumentó más rápidamente que en la industria, sin avance tecnológico, sólo a base de látigo. Sólo tratando a la gente de forma más y más dura hasta el límite de la supervivencia, fueron capaces de aumentar la productividad y el beneficio. Y no se trata sólo— también señala que la palabra “tortura” no se utiliza cuando se habla de este período. E introduce que debe ser utilizada. Quiero decir, se trata de campos que podrían haber impresionado a los nazis. Y es una gran parte de la base de nuestra riqueza y privilegio. ¿Hay un museo de esclavos en Estados Unidos? De hecho, el primero se está estableciendo por parte de donantes privados. Quiero decir, este es el corazón de nuestra historia junto con el exterminio o expulsión de la población nativa, pero no es parte de nuestra conciencia.

Traducido por Constanza Sánchez Chiappe. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

The original content of this program is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License. Please attribute legal copies of this work to democracynow.org. Some of the work(s) that this program incorporates, however, may be separately licensed. For further information or additional permissions, contact us.

Las noticias no comerciales necesitan de su apoyo

Dependemos de las contribuciones de nuestros espectadores y oyentes para realizar nuestro trabajo.
Por favor, haga su contribución hoy.
Realice una donación
Inicio