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Hoy en Maryland está previsto el inicio de los alegatos finales para dos agentes de la policía de Baltimore que participaron en lo que se considera uno de los escándalos de corrupción policial más alarmantes en una generación. Los agentes eran miembros de una unidad de policías de civil de elite, denominada Gun Trace Task Force (Grupo de trabajo para el rastreo de armas de fuego), pero, de acuerdo a los fiscales, la unidad actuaba más como una organización criminal. En su argumento de apertura durante el juicio, el fiscal federal principal, Leo Wise dijo: “Sencillamente eran policías y ladrones a la vez”. De acuerdo a los fiscales, los agentes robaron cientos de miles de dólares a los residentes de la ciudad. Ingresaban por la fuerza a los hogares. Robaban drogas y luego se las daban a los vendedores de drogas. Llevaban pistolas de balines y se las plantaban a las personas a las que ellos disparaban. Seis miembros del grupo ya se declararon culpables.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Sherrilyn Ifill. Ifill es presidente y directora asesora del Fondo de Defensa Legal de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color.
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