“Una fuente de optimismo constante”: recordamos era la enfermera palestina Razan al-Najjar, asesinada por el Ejército de Israel

Reportaje04 de junio de 2018

Según los testimonios, la enfermera palestina Razan al-Najjar de 21 años fue asesinada a tiros por soldados israelíes cuando corría hacia la frontera para asistir a un manifestante herido. Desde que comenzó esta campaña de protestas pacíficas a fines de marzo, al menos 119 personas han sido asesinadas por soldados israelíes, entre ellas 14 niños, y más de 13.000 han resultado heridas. “Cualquiera puede ver claramente que se trataba de una paramédica y que fue un asesinato. O sea, fue un crimen cometido frente a las cámaras”, dice el Dr. Medhat Abbas, director del hospital Al-Shifa, el centro médico más grande de la Franja de Gaza.

Para ampliar esta información, vea nuestra conversación con el Dr. Abbas y con la prima de Najjar, Dalia al-Najjar, que considera que la respuesta internacional a la crisis en Gaza ha sido “una verdadera desilusión” y señala que, el viernes, Estados Unidos vetó una resolución de la ONU para la protección del pueblo palestino. Fue el mismo día que asesinaron a Najjar. “La postura adoptada por Estados Unidos es vergonzosa”, dice.

Transcripción
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AMY GOODMAN: Comenzamos el programa de hoy en Gaza, donde miles de personas asistieron el sábado al funeral de la enfermera voluntaria palestina de 21 años de edad, Razan al-Najjar. Según los testimonios, fue asesinada por los disparos de soldados israelíes cuando corría hacia la valla fronteriza para proporcionar asistencia médica a un manifestante herido.

James Heenan, jefe del  Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados de Palestina, describió el ataque de esta manera: “Los informes indican que Razan estaba ayudando a manifestantes heridos con su atuendo de primeros auxilios, que claramente la identificaba como trabajadora de la salud incluso a distancia. Los informes indican que le dispararon a 100 metros de la valla. Según las leyes internacionales sobre derechos humanos, que se aplican en este contexto al igual que el derecho internacional humanitario, solo pueden utilizarse armas letales como último recurso y en caso de amenaza inminente de muerte o lesiones graves. Es muy difícil entender de qué manera Razan podía ser una amenaza para las fuerzas israelíes, fuertemente armadas y protegidas en posiciones defensivas en el otro lado de la valla”, dijo Heenan.

Najjar fue llevada a un hospital, donde murió a causa de sus heridas. Mientras hablaba con los periodistas exigiendo justicia, su madre sostenía en las manos el chaleco médico de su hija manchado de sangre.

SABREEN AL-NAJJAR: El mundo entero fue testigo de lo que le sucedió a mi hija, y por eso llamo a la protección internacional. ¿Dónde está la protección internacional? ¿Dónde están los derechos humanos? ¿De qué manera era mi hija una amenaza? ¿Cuál era su arma? Esta era su arma: su equipo médico. Esta era el arma de mi hija. Con esto estaba resistiendo. ¿Bajo qué fundamentos le disparó el soldado que la mató? Fue perseguida desde el primer día de protestas. Sobrevivió a la muerte en tantas ocasiones. Ella venía y me contaba lo que había vivido. Que Dios haga responsable a todas las personas que callan ante esto.

AMY GOODMAN: El ejército israelí ha matado al menos a 119 palestinos y palestinas, y más de 13.000 han resultado heridos en el marco de la brutal represión contra la protesta palestina no violenta llamada “La Gran Marcha del Retorno” cuya demanda es el fin de la ocupación israelí. El ejército israelí dice que sus tropas actuaron “de acuerdo a los procedimientos operativos estándar”, pero el sábado declaró que investigaría la muerte de Razan.

Otro voluntario, conductor de ambulancias, le dijo a la agencia Associated Press que él y Najjar estaban planeando anunciar su compromiso al final de Ramadán.

El viernes, el gobierno de Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba a Israel por “el uso excesivo, desproporcionado e indiscriminado de la violencia” contra el pueblo palestino. La embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo que dicha resolución era “unilateral”.

El domingo, las fuerzas aéreas israelíes dispararon contra ubicaciones de Hamas en Gaza, después de asegurar que sus milicianos habían disparado misiles contra Israel. También el domingo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu tuiteó que había recortado los fondos de impuestos compartidos con palestina, para compensar a los israelíes que viven cerca de la Franja de Gaza, quienes dicen que sus propiedades fueron dañadas por incendios causados por cometas equipadas con dispositivos incendiarios o trapos encendidos.

En un minuto nos comunicaremos con Gaza. Pero antes escuchemos a Razan al-Najjar en primera persona. Este es un extracto de una entrevista que hizo con el periódico The New York Times, donde dijo que Gaza necesitaba más mujeres trabajadoras de la salud como ella.

RAZAN AL-NAJJAR: La asistencia médica no es un trabajo sólo para los hombres. También es para las mujeres. A veces las personas heridas son mujeres. ¿Y quién las va a atender? Sí, un hombre puede hacerlo, pero la tarea de las mujeres es muy importante aquí. Tenemos un objetivo claro: salvar vidas y evacuar a la gente. Y también un mensaje para el mundo: sin armas, podemos lograr cualquier cosa. (…)

Esta es la carpa donde los voluntarios trabajamos a diario. Venimos a trabajar aquí voluntariamente todos los días. Hacemos esto por amor a nuestro país. Es un trabajo humanitario. No lo hacemos por dinero, lo hacemos por Dios. No queremos que se nos pague ni tener un contrato laboral. La gente le pregunta a mi papá qué estoy haciendo aquí, trabajando sin cobrar un salario a cambio. Y él les dice: “Estoy orgulloso de mi hija. Ella brinda atención médica a los niños de nuestro país”. En nuestra sociedad sucede que las mujeres somos a menudo juzgadas. Pero la sociedad tiene que aceptarnos. Si no eligen aceptarnos, se verán obligados a aceptarnos de todas formas, porque nosotras tenemos más fuerza que cualquier hombre. La fuerza que mostré como miembro del personal de emergencias, el primer día de protestas, te reto a ver si la encuentras en otra persona.

AMY GOODMAN: Para ampliar esta información, nos comunicamos ahora con Gaza, donde nos acompaña el Dr. Medhat Abbas, director del Hospital Al-Shifa, la instalación médica más grande de la Franja de Gaza. También estamos en comunicación con Dalia al-Najjar, prima de Razan, que se encuentra en Estambul, Turquía. Dalia al-Najjar es cofundadora de Xyla Water, una organización que trabaja por el acceso a agua limpia en todo el mundo. Ella trabaja con distintas instituciones desde el Instituto de Tecnología de Massachusetts hasta la Universidad de Lahore.

Les damos la bienvenida a Democracy Now! Dalia, comencemos contigo desde Estambul. Razan era tu prima. Háblanos un poco de lo que acabamos de escuchar, el relato Razan sobre lo que significaba para ella la responsabilidad de ser paramédica y cuéntanos quién era ella.

DALIA AL-NAJJAR: Gracias. Desde muy joven, Razan fue una chica muy fuerte. Siempre tuvo sueños. Amaba la vida. Era una fuente de optimismo constante. Y ser enfermera era uno de sus sueños. Trabajo mucho para conseguirlo. Lamentablemente, no pudo obtener el título de grado en enfermería, por la situación financiera de su familia. Entonces estudió enfermería durante dos años y trabajó como voluntaria durante dos años sin recibir ningún pago. Y luego sintió que era su deber ofrecerse como personal de emergencias, porque es el deber de toda persona. Lo que está sucediendo nos involucra a todos. Y ella sentía que la mejor manera en que podía participar era en el equipo de emergencias y primeros auxilios. Fue una de las primeras mujeres en sumarse a este equipo.

Y su trabajo fue motivador para mucha gente. Sus colegas cuentan que dentro del equipo la ponían como ejemplo y miraban su manera de trabajar para darse aliento. Si alguien se quedaba sentado, le decían: “Vamos, levántate. Razan se rompió la muñeca y aún así trabajó hasta terminar su turno”. Así que ella es una fuente de inspiración.

AMY GOODMAN: Quiero que escuchemos otra vez a la propia Razan al-Najjar hablando sobre lo que significaba para ella ser una voluntaria médica en territorio de conflicto en Gaza. Este es un fragmento de una entrevista que hizo con el medio TRT World, semanas antes de ser asesinada por los disparos de las fuerzas israelíes.

RAZAN AL-NAJJAR: Con todo orgullo, quiero continuar ayudando a los demás hasta el último día. Soy la paramédica Razan al-Najjar. Tengo 20 años, me desempeño como paramédica en terreno.

El primer día fue el más difícil para mí. Me sofoqué por el gas lacrimógeno tres veces. La represión fue dirigida directamente al equipo médico. Un colega recibió un disparo en la espalda, un amigo enfermero recibió un disparo en la mano y otro colega recibió un disparo cerca de la oreja. Les dimos primeros auxilios allí mismo y continuamos con nuestro trabajo. Los enviamos al hospital y continuamos con nuestro trabajo.

Hoy casi me disparan pero, gracias a la misericordia de Dios, logré salvarme. Y ayer me sofocaron los gases lacrimógenos. Estuve desmayada por casi una hora. Me desperté en una ambulancia, pero me bajé. Me puse como loca porque quería continuar con mi trabajo y cumplir con mi camino. Vine aquí para dar asistencia médica, no para recibirla. Y con todo orgullo, quiero continuar con esta tarea hasta el último día.

AMY GOODMAN: Escuchábamos nuevamente a Razan al-Najjar. Fue asesinada el viernes por un francotirador del ejército israelí. Dalia, la madre de Razan dijo: “Ojalá pudiera haberla visto de blanco vestida de novia y no con una mortaja”. Ella se iba a comprometer después del Ramadán, ¿es así?

DALIA AL-NAJJAR: Sí, así es. Uno de sus colegas, también paramédico le había propuesto matrimonio. Iban a anunciar su compromiso después del Ramadán.

AMY GOODMAN: Hablaste con la madre de Razan el domingo a la noche. ¿Puedes contarnos lo que te dijo tu tía en esa conversación?

DALIA AL-NAJJAR: Me dijo que teníamos que esforzarnos para que esta historia fuese escuchada y para que el mensaje de Razan sea escuchado. Es importante que se sepa la verdad. Y tenemos que trabajar colectivamente para pedir justicia y para que este crimen de guerra no quede impune.

AMY GOODMAN: Y también te dijo “ahora eres Razan, sosten su antorcha y sigue luchando” ¿es así?

DALIA AL-NAJJAR: Sí. Me quebré mientras hablaba con ella y ella me calmó. Y me dijo: “Ahora eres Razan. Ustedes jugaban juntas todo el tiempo cuando eran chicas y ahora eres como Razan para mí. Quiero que continúes su lucha y des a conocer su mensaje al mundo”.

AMY GOODMAN: Entiendo que ella también había sido herida previamente en su trabajo como paramédica en Gaza. Recientemente entrevistamos al Dr. Tarek Loubani, quien tuiteó que previamente “ella se desmayó dos veces por inhalación de gas lacrimógeno y el 13 de abril se rompió la muñeca por una caída mientras corría para atender a un manifestante herido”. Estamos también en comunicación con el Dr. Medhat Abbas, director del Hospital Al-Shifa, la instalación médica más grande de Gaza. Háblanos del compromiso de Razan con su trabajo y de lo que, a tu entender, sucedió el viernes. ¿Razan fue llevada a Shifa? DR.

MEDHAT ABBAS: No, no fue llevada a nuestro hospital. La llevaron a otro hospital con sede en la ciudad de Rafah —el Hospital Europeo de Gaza— cuando, bueno, recibió un disparo de una bala explosiva que penetró en su corazón y salió por su espalda. Y ella lo único que hizo fue señalar algo en su espalda. Y luego cayó al suelo. Murió de inmediato.

Y ella, o sea, como mencionaron en el informe, ella claramente tenía puesta una bata blanca. Cualquiera podía ver que ella era una paramédica y que lo que ocurrió fue un asesinato. O sea, fue un crimen cometido ante las cámaras. Y como los israelíes usualmente salen librados de estas situaciones, siguen repitiendo su versión. Hay otro paramédico que fue asesinado del mismo modo, se llamaba Moussa al-Zaaneen. Fue asesinado a tiros cuando intentaba rescatar víctimas de la represión a manifestantes. Y ocurrió lo mismo.

Han estado atacando directamente a los puntos de atención de traumas, que son tiendas que tenemos en las zonas seguras, donde tratamos a las víctimas de la agresión israelí contra nuestro pueblo. Y al mismo tiempo, ellos suelen atacar esas tiendas con gas lacrimógeno. Y desafortunadamente, dimos a los israelíes la ubicación GPS a través del Comité Internacional de la Cruz Roja, pero aún así ellos insisten en atacar a los médicos y paramédicos en todas partes, donde sea que estén. Y nunca jamás olvidaremos la guerra de 2014, donde atacaron hospitales completos. Derribaron un hospital completamente, llamado al-Wafa Hospital. Y atacaron otros tres hospitales provocando una destrucción parcial. Lo que quiero decir es que no es la primera vez que atacan a médicos, paramédicos e instalaciones médicas.

AMY GOODMAN: Entonces, ¿puedes contarnos qué sucedió en estas semanas desde el 30 de marzo al 15 de mayo, las seis semanas de protesta no violenta llamada la Gran Marcha del Retorno? Hasta ahora se cuentan 119 palestinas y palestinos muertos y 13.000 heridos, ¿es así? DR.

MEDHAT ABBAS: Sí, casi 13.700 heridos y 123 muertos al día de hoy. De hecho, antes de la Marcha del Retorno, hace 10 años que vivimos bajo un bloqueo, más de una década, más de una década. Y la pobreza se extiende. El desempleo se extiende. Y tenemos escasez de medicamentos y restricciones al movimiendo a través de las fronteras, porque nuestras fronteras están selladas la mayor parte del tiempo. Entonces, la situación ya era lamentable antes de la Marcha del Retorno. Cuando comenzó la Marcha del Retorno, la gente empezó a… nunca jamás pensamos que la gente sería atacada de esa manera. Bueno, pensábamos que iban a usar gas lacrimógeno y que eso era lo único usarían. Pero nos sorprendió el gran número de víctimas que llegaban a nuestros hospitales en estado grave. El primer día mataron casi a 30 personas e hirieron a 1.500 o 1.700. Y las cantidades empezaron a aumentar semana a semana, hasta que llegamos ahora a esta tragedia.

Y en el sector de la salud, por otro lado, también estamos sufriendo. Nuestro personal trabaja sin sueldos la mayor parte del tiempo. Solo están recibiendo algunos estipendios, que no son suficientes para satisfacer sus necesidades económicas. Y a causa de… Y tenemos además un servicio eléctrico limitado, con falta de mantenimiento y reparaciones. Todo es muy difícil en nuestros hospitales. Tenemos una capacidad total de atención de 2.200 camas, imagínate que en los últimos dos meses hemos recibido 7.000 víctimas de esta represión. Bueno, recuerdo el lunes del 14 de mayo, que recibimos 3.000 heridos y perdimos… casi 63 personas resultaron muertas ese día. La gente caía al suelo, sangrando. O sea, fue una situación lamentable, con nuestra capacidad de atención sobrepasada. En mi hospital tengo 14 quirófanos y todos estuvieron funcionando sin parar. Las víctimas quedaban en el suelo. No teníamos habitaciones donde atender a la gente. No había manera. Nuestra tienda médica de recepción de heridos tuvo que ser ampliada y estaba llena de gente.

Y en general, entre todos los tipos de balas que usan hay un tipo de bala en particular que se llama bala explosiva, que revienta el hueso y los vasos sanguíneos y deja vacío el miembro en el que impacta. Disparan estas balas a las extremidades, en particular a las extremidades inferiores. Hay una arteria llamada arteria poplítea y otra llamada arteria femoral. Un paciente que recibe disparos en esas arterias, llega al hospital con shock hemorrágico, y será muy difícil salvar su vida. Y hemos hecho un gran esfuerzo para salvar las extremidades de estas personas. Pero hasta ahora, hemos perdido 33 extremidades, que han tenido que ser amputadas.

Y aún así, ellos no niegan que su intención es seguir atacando a civiles en la frontera. Desde luego, es una clara violación a la Convención de Ginebra, que protege a todo el personal médico en los campos de batalla y también debería proteger a los civiles en cualquier lugar donde hay conflictos. Pero lo cierto es que estamos conmocionados y condenamos, con todas las palabras posibles, lo que ha estado ocurriendo. Y, créanme, nos entristece mucho que Estados Unidos esté respaldándo a Israel en la ONU, ante el simple pedido de que protegieran a los civiles. No estamos pidiendo tanto.

El objetivo de la Marcha del Retorno sólo era romper el bloqueo. Necesitamos ser libres. Nos están encerrando en este país, no podemos viajar, no tenemos salarios, no tenemos esperanza, no tenemos electricidad. No tenemos nada. Y queremos ser libres como cualquier otro país en el mundo. Muchos, muchos de los manifestantes eran niños. Muchas eran mujeres. Dos mujeres fueron asesinadas desde que comenzó la Gran Marcha del Retorno. Y lo único que la gente está reclamando con estas manifestaciones es que se termine el bloqueo y poder regresar a su patria, un derecho reconocido claramente en la Resolución número 194 de las Naciones Unidas.

AMY GOODMAN: Dr. Abbas, ¿podrías decirnos si crees que se está atacando directamente al personal médico, como Razan? Según el Ministerio de Salud palestino y la Sociedad de la Media Luna Roja palestina, 245 trabajadores de la salud y 40 ambulancias han sido blanco de las fuerzas de seguridad israelíes desde que comenzó la Gran Marcha del Retorno el 30 de marzo. Antes de tu respuesta, me gustaría mostrar un fragmento de una entrevista que hicimos hace dos semanas con el Dr. Tarek Loubani, un doctor canadiense-palestino, médico de emergencias. Fue uno de los 19 trabajadores médicos que habían recibido disparos en Gaza, hasta ese momento. El Dr. Loubani es profesor adjunto en Western University de London, Ontario. El médico que lo asistió murió de un disparo una hora después. Le pregunté al Dr. Loubani si sentía que habían apuntado a él directamente. DR.

TAREK LOUBANI: No sé la respuesta a eso. No sé qué órdenes les habrán dado ni qué se les puede haber pasado por la cabeza, así que no puedo decirte si fuimos atacados deliberadamente. Puedo decirte las cosas que sí sé. Durante las seis semanas que lleva la marcha no hubo bajas médicas. Y en un día, hubo 19 paramédicos afectados —18 heridos y un muerto— y yo mismo resulté herido, así que… a todos nos dispararon con balas de plomo. A todos nos… Musa estaba rescatando heridos en ese momento, pero el resto, todos cuentan que estaban en la misma situación que yo. Estábamos lejos de la zona, haciendo una pausa, sin humo, sin ningún caos a nuestro alrededor, y ahí nos atacaron… y nos dispararon más que nada con balas de plomo, a la mayoría nos dieron en las extremidades inferiores. Entonces, realmente resulta muy difícil de creer que los israelíes que me dispararon y les dispararon a mis otros colegas… solo en nuestro equipo médico, cuatro personas recibimos disparos, incluyendo a Musa Abuhassanin, quien falleció. Es muy difícil de creer que no supieran quiénes éramos, que no supieran lo que estábamos haciendo y que estuvieran apuntando a otra cosa.

AMY GOODMAN: Escuchábamos al Dr. Tarek Loubani, quién ya ha regresado a Canadá. Es un médico de urgencias canadiense que recibió un disparo de un francotirador israelí en Gaza. Repetimos que el paramédico que lo asistió murió luego por un disparo. Ahora sí, dr. Medhat Abbas, ¿crees que están apuntando intencionalmente al personal médico? DR.

MEDHAT ABBAS: Claro. Por supuesto. Eso no se puede negar. Y estoy bastante seguro de que esto tiene un objetivo claro, que hay una intención detrás de esto. Querían asustar a todos, para que nadie reclame por sus derechos, por su libertad y por su derecho a regresar a su tierra natal. Esta es la cuestión. Y asustar a la gente de esa manera es un acto miserable. Deberían ser condenados por toda la comunidad internacional. Recibimos mensajes de apoyo de muchas ONG’s de todo el mundo, que expresaron su solidaridad. Pero aún así, el gobierno de Estados Unidos todavía insiste en respaldar a Israel en lo que haga, en el asesinato de civiles. Y esperamos que… La propaganda que escuchamos en los medios se equivoca al decir que la gente que participa en las protestas son terroristas. No, no son terroristas. Son civiles desarmados. Lo único que quieren es su libertad. Es gente que está encerrada en una prisión al aire libre, la prisión más grande del mundo. Ya basta. La gente necesita libertad. Y creo que es nuestro derecho.

AMY GOODMAN: Dr. Medhat Abbas, miles de personas asistieron al funeral de Razan el sábado. ¿Puedes contarnos cómo fue? DR.

MEDHAT ABBAS: Bueno, la gente necesitaba expresar su enojo, su repudio por lo ocurrido. Y todo el mundo… Fue como un entierro masivo en la Franja de Gaza. Todos lloraron por ella y por la pérdida de las otras 123 personas asesinadas. Personas que no estaban haciendo nada, sólo estaban protestando pacíficamente. Ni un solo soldado israelí del otro lado de la frontera resultó herido o dañado. A ellos no les pasó nada. ¿Por qué usaron entonces esa fuerza excesiva contra civiles? Eso no fue explicado. Y todo el mundo condena eso. Y mucha gente nos dice que todo el mundo apoya al equipo médico y el derecho de retorno, que todo el mundo está contra el bloqueo que se nos impuso hace más de una década. Ese fue el significado de la manifestación que tuvo lugar durante el funeral de Razan al-Najjar.

AMY GOODMAN: El asesinato de Razan sucedió el mismo día en que Estados Unidos vetó la Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para proteger al pueblo palestino. ¿Qué nos puedes decir al respecto, Dr. Abbas? DR.

MEDHAT ABBAS: Bueno, me sentí mal por eso. Todos… en realidad me sorprendió, porque no estábamos pidiendo nada. Lo único que necesitamos es protección para nuestros hijos, para nuestras mujeres, para nuestra dignidad, para nuestras vidas. Necesitamos nuestra libertad. Eso es todo. Y esperábamos que Estados Unidos nos apoye para que no sigamos muriendo y seamos libres. Pero no sé qué pasó. De hecho, no lo podemos entender. Y realmente nos hace sentir muy mal.

AMY GOODMAN: Dalia al-Najjar, te estás comunicando con nosotros desde Estambul, Turquía, donde trabajas, eres cofundadora de la organización Xyla Water, estás totalmente comprometida con garantizar el acceso de la gente al agua potable en todo el mundo. ¿Cómo es el acceso al agua potable en Gaza?

DALIA AL-NAJJAR: El 97% del agua en Gaza no es apta para consumo humano. La situación del agua en Gaza es realmente horrible. Y estoy explorando soluciones y alternativas todo el tiempo para intentar ayudar, pero es imposible hacer algo en Gaza si no se levanta el bloqueo y se libera a la gente, se garantiza la libertad de movimiento para que la gente pueda conseguir recursos para construir y tener una vida normal, de hecho. Hace dos años que no veo a mi familia. Están pasando por un momento realmente difícil ahora y no puedo estar allí con ellos. Así que esto es lo que tenemos que hacer. Necesitamos, antes que nada, que se levante el bloqueo y luego encontraremos soluciones para todo lo demás. Si no se levanta el bloqueo es realmente difícil encontrar soluciones para los problemas y la crisis que sufre Gaza.

AMY GOODMAN: Y qué piensas del hecho que Razan haya sido asesinada el día en que Estados Unidos vetó la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para proteger al pueblo palestino. DALIA AL-NAJJAR: Es realmente decepcionante. El mundo entero está mirando como un país ejerce la ocupación e intimida a la gente, y nadie hace nada. Es una vergüenza, es una decisión vergonzosa esta que ha tomado Estados Unidos. Y es realmente decepcionante. Quisiéramos que lo reconsideren y trabajen por la justicia, porque nunca habrá paz si la gente sigue actuando de esta manera y si los líderes políticos y la comunidad internacional siguen actuando de esta manera. Necesitamos que la gente luche por la justicia, así es como se construirá la paz.

AMY GOODMAN: Para finalizar, Dr. Medhat Abbas, ¿han habido acercamientos de médicos israelíes, de hospitales hospitales a Shifa -tu hospital, que es la instalación médica más grande de Gaza– durante este tiempo? El director del Comité Internacional de la Cruz Roja ha dicho que la violencia ejercida contra la Gran Marcha del Retorno ha “desencadenado una crisis de salud de una magnitud sin precedentes en esta parte del mundo”. DR.

MEDHAT ABBAS: Sí, es una crisis de gran magnitud. Pero el problema, como mencioné, es que la capacidad que tenemos en nuestro hospital es muy limitada, y no podemos manejar estas cantitades de gente todos los viernes. Es un desastre. Antes les contaba que ese 14 de mayo no pudimos manejar la mayoría de los casos, que las víctimas quedaban en el suelo porque nuestras… todos los quirófanos estuvieron trabajando sin parar hasta el día siguiente por la mañana y no fue suficiente para llegar a cubrir las necesidades de esas víctimas desangrándose afuera. Por esa razón todavía estamos apelando. Y agradecemos al Comité Internacional de la Cruz Roja y a la Organización Mundial de la Salud, que nos han estado apoyando fuertemente en este tiempo. Pero, de hecho, tenemos demasiadas necesidades insatisfechas todavía, debido a la falta de donantes y la escasez de fondos, que por este conflicto no estamos pudiendo recibir en Gaza. Y como decíamos antes, estamos decepcionados. Todavía necesitamos apoyo. Todavía necesitamos libertad. Todavía necesitamos medicamentos. Y necesitamos que estas fronteras, que están selladas, se abran de una vez, por el amor de Dios.

AMY GOODMAN: ¿Y los hospitales o doctores israelíes se han acercado a usted para ofrecer ayuda? DR.

MEDHAT ABBAS: Bueno, no. No. Para nada. Pero llegaron palestinos de Cisjordania. Colegas de Jordan también hemos recibido, algunos cirujanos vasculares. Pero ningún doctor israelí, no.

AMY GOODMAN: Quiero agradecerle a ambos por estar con nosotros. Dr. Medhat Abbas, director del Hospital Al-Shifa, la instalación médica más grande de Gaza; y Dalia al-Najjar, prima de Razan, cofundadora de Xyla Water, una organización que trabaja por el acceso al agua potable en el mundo. Terminamos con la última fotografía de Razan, tomada momentos antes de que fuera asesinada. Esto es Democracy Now! Después de la pausa, iremos hacia a Atlanta, Georgia, en el sur de Estados Unidos.


Traducido por Pamela Subizar, Lissette Favorite. Editado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español.

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