El lunes, dimitió el Dr. Scott Atlas, el asesor de la Casa Blanca sobre el coronavirus elegido por el presidente Donald Trump. Atlas es un excolaborador del canal Fox News y neurorradiólogo de la conservadora Institución Hoover de Stanford que carece de pericia en epidemiología y enfermedades infecciosas. El nombramiento de Atlas al puesto en la Casa Blanca provocó el rechazo por parte del Consejo Universitario de la Universidad de Stanford. En un artículo de opinión publicado en el periódico Los Ángeles Times, los médicos de Stanford escribieron lo siguiente: “La asesoría que [Atlas] brinda a la Casa Blanca no refleja un razonamiento epidemiológico sensato, ni es coherente con el actual conjunto de conocimientos científicos sobre la COVID-19”. En respuesta a la carta, el abogado personal del presidente Trump amenazó con demandar a los médicos por difamación.
Atlas ha hecho caso omiso de la abrumadora cantidad de pruebas científicas que demuestran que el uso de mascarilla disminuye la propagación del coronavirus. Además, el doctor ha abogado por la implementación de una estrategia ampliamente desacreditada de “inmunidad colectiva a través del contagio natural de la población”, una política que, según las autoridades sanitarias, podría provocar la muerte de millones de estadounidenses más.
En noviembre, Atlas pidió a los residentes de Michigan que “se levantaran” contra las medidas de salud pública destinadas a frenar la propagación de la COVID-19. Esta acción fue condenada por la gobernadora demócrata del estado, Gretchen Whitmer, quien había sido el blanco de un presunto complot terrorista planificado por miembros de una milicia de extrema derecha con el fin de derrocar el Gobierno de Michigan.
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