La pandemia es un portal: Arundhati Roy habla del COVID-19 en India y de cómo es imaginar y luchar por otro mundo posible

Reportaje16 de abril de 2020

Las autoridades indias afirman que hay seis grandes ciudades que son focos de coronavirus, entre ellas Nueva Delhi, la ciudad capital. Desde allí nos acompañó el pasado 16 de abril la escritora y activista Arundhati Roy, que acaba de publicar un nuevo ensayo titulado “The Pandemic Is a Portal” (La pandemia es un portal).

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Trabajadores médicos en Kerala, India, bailando para sus pacientes. Nuestra invitada, Arundhati Roy, se crió allí en Kerala.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de la cuarentena. Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Ahora pasaremos a la India, donde las autoridades dicen que seis ciudades importantes son focos de contagios de coronavirus, denominándolas zonas rojas, incluyendo la capital, Nueva Delhi, y el centro financiero, Mumbai. El país reporta más de 420 muertes y 12.000 contagios, aunque el número podría ser mucho mayor debido a la falta de pruebas de diagnóstico.

Esto ocurre mientras grupos de libertad de prensa y libertades civiles están denunciando que el Gobierno de Narendra Modi está utilizando el brote de coronavirus para reprimir oponentes y disidentes. Este mes, la policía arrestó al destacado periodista Siddharth Varadarajan, acusándolo de propagar “discordia” y “rumores” luego de criticar, según reportes, a un político nacionalista hindú por participar en una ceremonia religiosa con decenas de personas durante el confinamiento nacional. En otra parte, el activista Anand Teltumbde, de 69 años, y el periodista Gautam Navlakha, de 67 años, fueron arrestados el martes por acusaciones que ambos dicen fueron fabricadas. Teltumbde escribió una carta abierta al pueblo de India en la noche de su arresto, en la cual dijo: “No sé cuándo podré volver a hablar con ustedes. Sin embargo, espero sinceramente que alcen sus voces antes de que llegue su turno”, dijo Teltumbde.

El primer ministro Modi anunció el confinamiento nacional en India debido al coronavirus, afectando a 1.300 millones de personas —el confinamiento más grande en la historia del mundo— y aseguró que se extenderá hasta mayo. En Mumbai, cientos de trabajadores migrantes que quedaron sin hogar y sin empleo por el confinamiento, realizaron una protesta el 14 de abril exigiendo que el Gobierno entregue alimentos y asistencia pública.

SHAHBAZ: No hemos recibido nada aquí. El Gobierno prometió proporcionar dinero y otros servicios, pero aún nada ha sido entregado.

SHABANA: Ahora no tenemos nada qué hacer. Tenemos niños pequeños y no tienen nada para comer. ¿Qué hacemos?

AMY GOODMAN: Para conocer más, pasamos ahora a Nueva Delhi, India, donde nos acompaña la escritora galardonada y activista, Arundhati Roy, quien publicó un nuevo ensayo en el periódico Financial Times titulado “La pandemia es un portal”. Este ensayo es parte de su próximo libro, “Azadi: Libertad. Fascismo. Ficción.”. Su libro más reciente se titula “Mi corazón sedicioso: ensayos reunidos”. Ganó el Premio Booker en 1997 con su primera novela, “El dios de las pequeñas cosas”.

Arundhati, bienvenida a Democracy Now! Se une a nosotros desde Nueva Delhi. ¿Podría hablar de lo que está pasando allá y por qué ve la pandemia como un portal?

ARUNDHATI ROY: Bueno, en primer lugar, en India tenemos una crisis de la COVID cuyo alcance aún desconocemos. Usted mencionó las cifras y el hecho de que no sabemos si son confiables, porque no hay muchas pruebas de diagnóstico disponibles. Pero por otro lado, solo mirando alrededor, sabemos que no hay un colapso en los hospitales como lo ha habido en Nueva York. Todavía no hemos visto las peores consecuencias de la enfermedad. Pero tenemos la crisis de la COVID. Tenemos una crisis de hambruna. Tenemos una crisis de odio. Y tenemos una crisis de salud aparte de la COVID.

Entonces, como usted dijo, el 24 de marzo, con cuatro horas de aviso, entre las 8:00 p. m. y las 12 de la medianoche, Modi confinó a este país de 1.380 millones de personas sin ninguna alerta. Y la crisis que eso ha creado, la falta de planificación, la falta de previsión, aunque algunos estados como Kerala, de los cuales usted habló al respecto, han hecho un trabajo maravilloso, pero desde el centro la crisis se ha exacerbado y convertido en algo que podría volverse aún mucho más grave que la epidemia para la cual se están preparando. Es una situación en la que millones de trabajadores y trabajadores migrantes están en confinamiento, que se supone que refuerza el distanciamiento social, pero solo impone la compresión física. La gente está amontonada. Las personas están separadas de sus familias. En muchos lugares no hay comida. Ni siquiera tienen fuentes de ingreso. Han vendido sus teléfonos. Hay una sensación de estar sentado sobre algún tipo de sustancia explosiva.

Y sin embargo, al mismo tiempo, como usted dijo, se han hecho arrestos, no solo de las personas que usted mencionó. El editor del medio de noticias Wire, Siddharth Varadarajan no ha sido arrestado, pero se ha presentado un caso en su contra. Abogados que hablan en contra de Modi tienen reportes preliminares (FIR) en su contra. Gautam Navlakha y Anand Teltumbde han sido arrestados. Jóvenes estudiantes y personas, muchos musulmanes, que ahora están siendo acusados de ser parte de la masacre en contra de los musulmanes que tuvo lugar en el noreste de Delhi, están siendo arrestados. Los círculos se están cerrando.

Y la razón por la que dije que la pandemia es un portal es que en todo el mundo hay una situación en la cual, por un lado, quienes tienen el poder intentarán aumentar la vigilancia, la desigualdad, la privatización y el control, y, por otro lado, hay comunidades enteras que querrán ser más solidarias y quienes querrán ver y entender que lo que ha sucedido en Estados Unidos, al igual que en India, es que la pandemia ha expuesto problemas estructurales de injusticias y desigualdades atroces. Incluso el anuncio del confinamiento con solo cuatro horas de anticipación fue una señal de pánico de este primer ministro, porque él sabe que la infraestructura de este país no puede siquiera hacer frente a la normalidad, mucho menos a una pandemia.

NERMEEN SHAIKH: Arundhati, quiero preguntarle más acerca de eso, la declaración del confinamiento por parte Modi con solo cuatro horas de anticipación. Lo declaró a las 8 de la noche y entró en vigencia a la medianoche del 24 de marzo. Pero el primer caso reportado de COVID-19 se dio el 30 de enero, así que no está claro por qué tardó siete semanas para implementar el confinamiento en el país. Pero cuando el país se sometió al confinamiento usted usó un pase de prensa y fue a hablar con algunos migrantes, de los cientos de miles que se vieron obligados a huir de Delhi, después de que todo el transporte se suspendiera. Usted habló con algunos de esos migrantes en Delhi. ¿Podría decirnos qué dijeron sobre su situación?

ARUNDHATI ROY: Primero, tan pronto se anunció el confinamiento, el transporte masivo se detuvo. Fue la última semana de marzo. Las personas no habían recibido sus salarios; son personas que prácticamente sobreviven día a día. Los propietarios de estas viviendas medievales, pequeñas y estrechas, en las que 5 y 10 personas están amontonadas en una habitación, dijeron que querían el pago de la renta a tiempo. Por lo que la gente tuvo que irse. Eso fue algo casi surrealista: mientras no había tráfico en las calles de repente la desigualdad estructural, el horror y la vergüenza de cómo viven nuestras sociedades, se hicieron evidentes.

Me di cuenta de que estas personas comenzaron a caminar, caminaron por cientos de kilómetros hasta sus aldeas. Y fui tras ellos porque sentí como si las placas tectónicas se estuvieran moviendo. Fue una locura. Entonces, fui a la frontera entre Delhi y Uttar Pradesh, donde caminé con muchos de ellos. Y hablé con muchos de ellos, entre ellos los musulmanes que acababan de sobrevivir a este horrendo intento de masacre, de pogromo contra ellos, el cual no fue exitoso porque la gente estaba tan preparada que supo defenderse. Pero tras sobrevivir a eso, ahora debían caminar cientos de kilómetros a casa.

Carpinteros, sastres, trabajadores de construcción, todos ellos estaban conscientes del virus. Todos usaban máscaras. Hacían todo lo posible para mantener el distanciamiento social. Pero era imposible. Hubo un rumor de que se podría organizar el transporte por medio de buses y de repente unas 100.000 personas estaban allí juntas, amontonándose, esperando a los autobuses. Y les pregunté a algunos: “¿Qué opinan de este virus?” Ellos dijeron: “Sea lo que sea que pensemos del virus, ahora no tenemos comida, no tenemos agua, no tenemos dónde dormir. Tenemos que llegar a casa”. Y eso era más importante para ellos que el virus.

Muchos de ellos sentían que era una enfermedad traída por los ricos en avión. “¿Por qué no aislaron a la gente en el aeropuerto, en lugar de sacarnos a nosotros de nuestros trabajos y nuestros hogares?”. Una de las personas sobre las cuales escribí en el artículo del Financial Times dijo: “Shaayad Modiji ko hamaare baare mein pata nahi” [fon.], que significa: “Tal vez Modi no sabe de nosotros”. Y tal vez eso sea cierto de alguna manera, que el Gobierno y el resto de personas que tienen cualquier tipo de control en esta sociedad han eliminado, de una u otra forma, a los pobres de su imaginación, del cine, de la literatura, de todo. ¿Cierto? Excepto en los folletos de las ONGs, donde sí usan la imagen de los pobres para recaudar dinero.

AMY GOODMAN: Arundhati, quería preguntarle sobre el viaje crucial del presidente Trump a India justo en el momento en que la pandemia comenzaba a explotar. Las famosas fotos de Trump y Modi dándose la mano, con 100.000 personas en el estadio. Cuando el presidente…

ARUNDHATI ROY: No, fue un millón de personas. En India, fue un millón de personas. En Estados Unidos fueron 50.000.

AMY GOODMAN: Entonces, mientras el presidente Trump volaba de regreso a Estados Unidos, fue entonces cuando leyó los comentarios de una científica estadounidense que hablaba de los efectos de la pandemia y lo que significaría en Estados Unidos. Trump estaba tan enojado por lo que ella tuvo que decir que canceló una junta con científicos como represalia, cuando regresaba [de India]. Por otro lado está la relación con India en torno a la hidroxicloroquina, que “el doctor Trump” —y lo digo de forma bastante irónica—… El presidente Trump ha estado promoviendo el uso de la hidroxicloroquina, porque Narendra Modi dijo que prohibiría las exportaciones de este medicamento, hasta que el presidente Trump lo presionó. Y ahora hay estudios, uno tras otro, que revelan que hay personas que han muerto en ensayos clínicos de hidroxicloroquina.

ARUNDHATI ROY: Sí.

AMY GOODMAN: ¿Podría hablar, en términos generales, sobre lo que Trump significa para Modi y qué significa Modi para Trump, esta alianza entre Estados Unidos e India, y qué es lo que está provocando en su país?

ARUNDHATI ROY: Bueno, está dando, en grandes proporciones, legitimidad a una situación que difícilmente puedo explicar en televisión, Amy. He estado escribiendo sobre esto por mucho tiempo. Así como lo que mencioné antes, tenemos la crisis del hambre y luego la crisis del odio. Entonces, Modi visitó Estados Unidos y fue recibido con un “howdy (hola) Modi”. Luego, cuando Trump visitó la India fue recibido con un “Namaste Trump”, y ese tipo de cosas. Una especie de baile extraño entre estos dos, lamento decirlo, seres humanos que no son muy inteligentes pero sí bastante poderosos. Ambos legitiman el horror de lo que está pasando en EE.UU. con los inmigrantes, con el racismo, con los trabajadores indocumentados, y el horror del régimen del Partido Popular Indio (BJP) y de la Asociación Patriótica Nacional (RSS), la cual es la madre de la ideología cultural del BJP a la que pertenece Modi, que cree que la India debería ser una nación hindú y que el resto deberían ser ciudadanos de segunda clase, para lo cual se han creado nuevas leyes de ciudadanía y se están construyendo centros de detención. Todo esto está siendo legitimado por esta idea de que el país más poderoso del mundo y el hombre más poderoso del mundo, aman a Modi.

Y además de ellos… Es una tragedia para el mundo que esta particular pandemia haya llegado en un momento en el que muchos países son controlados por personas así. Y es por esto que digo que es un portal, porque, ¿acaso vamos a caminar dormidos hacia el Estado de vigilancia fascista que todo el mundo tiene reservado para nosotros? La aplicación móvil llamada Aarogya Setu, que Modi pidió que la gente descargara, se convirtió en la aplicación más descargada del mundo, registrando hasta ahora 50 millones de descargas. Los expertos técnicos dicen que no es más que una aplicación de vigilancia. Y muchas sociedades democráticas van en esa dirección, en medio del pánico y el miedo que se ha creado.

Y hay bastantes cosas sobre el coronavirus que son muy conmovedoras. Hoy estaba leyendo en The New York Times sobre cómo se ha ido cultivando la solidaridad entre las personas en Estados Unidos. Acabo de ver un video maravilloso de personas agradeciendo a un médico paquistaní por haber inventado un mecanismo que permite que un solo respirador sea compartido por muchos.

Pero, en India, tenemos a los musulmanes siendo culpados por el coronavirus. Existe todo un concepto del “corona-jihad”. He estado leyendo sobre cómo en la década de 1930, el Estado nazi básicamente culpó a los judíos por la enfermedad del tifus y lo usó como una forma de estigmatizar y marginar a los judíos. Lo mismo está sucediendo aquí con los musulmanes. Solo hay que escuchar el lenguaje que usan los principales medios de comunicación y las personas en la calle.

Es una situación extremadamente peligrosa, que está siendo legitimada por completo por Trump y por todas estas personas poderosas que se reúnen, se dan la mano y se niegan a ver cómo avanzará este virus y exacerbará las desigualdades, exacerbará la injusticia y creará una situación que los asustará incluso a ellos, porque saben que hay millones de personas hambrientas. ¿Y cómo van a hacer frente a esa ira? Le diré cómo lo van a hacer en India. Intentarán desviar esa ira hacia una ira anti-musulmana, que es lo único que siempre hacen.

Pero las cosas ya están explotando. La gente está quemando refugios, entre otras cosas. Y esta situación de hambre tan urgente requiere una acción inmediata. Los graneros están llenos de comida que no está siendo distribuida. La gente necesita transferencias de dinero, pero no tienen cuentas bancarias o no tienen acceso a sus cuentas bancarias. Es una crisis en la que sentimos que estamos sentados sobre alguna sustancia explosiva. Y, a medida que se profundice, luego de distribuir el poco alimento, ¿de dónde vendrá la próxima ración de alimentos? Porque ahora es la temporada de cosecha y las personas, incluso quienes han podido cosechar, no pueden vender sus productos. Y todo el sistema de cultivo de este país se ha transformado en cultivos comerciales.

AMY GOODMAN: Arundhati, tenemos 10 segundos.

ARUNDHATI ROY: Sí. Dígame.

AMY GOODMAN: Vamos a dejarlo ahí. Quiero agradecerle mucho por estar con nosotros, ya que se nos acaba el tiempo.

ARUNDHATI ROY: Oh, está bien. Con mucho gusto.

AMY GOODMAN: Vamos a compartir el enlace a su artículo, “La pandemia es un portal”, publicado en el Financial Times. El próximo jueves, 23 de abril, Arundhati Roy hará parte de un seminario en línea con el profesor de Princeton Imani Perry y la editorial Haymarket Books acerca de “La pandemia es un portal”. Vamos a compartir los enlaces a sus ensayos en democracynow.org.

Democracy Now! está operando con la menor cantidad posible de personas en el estudio. La mayoría de nuestro increíble equipo está trabajando desde casa. Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Cuídense.


Traducido por Mariana Góngora y Gabriela Barzallo. Editado por Iván Hincapié.

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