Las organizaciones de defensa de los derechos humanos del Reino Unido se han comprometido a seguir luchando contra una política de inmigración que permite que el Gobierno de ese país deporte a los solicitantes de asilo a Ruanda. El lunes, un tribunal dictaminó que, según las leyes del Reino Unido e internacionales, el programa es legal. La política se anunció por primera vez en abril. Paul O’Connor, miembro del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, condenó el fallo.
Paul O’Connor: “Fuimos claros desde el principio en cuanto a que nuestros miembros no querían llevar a cabo esta política, ya que pensaban que era ilegal, moralmente reprobable y absolutamente inhumana. Es posible que hoy los jueces hayan encontrado que esa decisión es legal, pero sigue siendo moralmente reprobable y absolutamente inhumana, y seguiremos haciendo lo que podamos para luchar contra esta política”.