El martes, un gran número de manifestantes salió a las calles de Francia y los trabajadores del transporte organizaron huelgas mientras los opositores a la reforma jubilatoria aprobada por el presidente Emmanuel Macron buscan reavivar el impulso público contra la reforma casi dos meses después de que se convirtiera en ley. Los legisladores de izquierda están presentando una propuesta de derogación ante la Asamblea Nacional, aunque es probable que esta no prospere. Muchos manifestantes dicen que solo quieren ser escuchados. Estas fueron las palabras expresadas por un estudiante de la ciudad de Nantes.
Felix: “La reforma se aprobó sin que se respetara nuestra democracia, por lo que es importante hacerle entender al Gobierno que nunca quisimos esta reforma y que es hora de que el pueblo hable, porque lo que sucedió demuestra que al Gobierno le importa cada vez menos la voluntad del pueblo. Es por ello que es importante que recuperemos el poder en ese sentido”.