En la República Democrática del Congo, combatientes del grupo rebelde M23, que es respaldado por Ruanda, están marchando en la ciudad oriental de Uvira, cerca de la frontera con Burundi, y provocando pánico entre sus habitantes. Los residentes de Uvira están denunciando saqueos generalizados y cadáveres tirados en las calles, al tiempo que afirman que las fuerzas armadas del país están incautando embarcaciones para escapar del avance de los combatientes. El M23 también está avanzando hacia la ciudad de Butembo, al norte de Goma, una ciudad que los combatientes tomaron a finales de enero en una ofensiva que se cobró la vida de unas 3.000 personas. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha acusado al M23 de matar a niños y niñas, y de atacar hospitales y depósitos en los que se almacena ayuda humanitaria. Estas fueron las palabras expresadas por la portavoz de dicha agencia de la ONU.
Ravina Shamdasani: “Nuestra oficina ha confirmado casos de ejecución sumaria de menores por parte del M23, después de que ingresaron la semana pasada a la ciudad de Bukavu. También tenemos conocimiento de que había menores portando armas. Hacemos un llamamiento a Ruanda y al M23 para que garanticen el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.