Mahmoud Khalil, un estudiante recientemente egresado de la Universidad de Columbia a quien agentes de inmigración se lo llevaron por la fuerza, testificó el jueves ante un tribunal que su deportación podría conducir a su “asesinato, secuestro [o] tortura”, después de que el Gobierno de Estados Unidos lo “catalogara erróneamente […] de simpatizante del terrorismo”. Khalil ha estado encerrado durante más de dos meses en una prisión para inmigrantes de la ciudad de Jena, estado de Luisiana, después de que agentes de inmigración se lo llevaran por la fuerza en marzo de su departamento en Nueva York. Apenas unas horas antes de su testimonio del jueves, el juez le permitió a Mahmoud Khalil cargar a su hijo Deen por primera vez desde que este nació hace un mes. Cientos de personas se manifestaron el jueves en la ciudad de Jena para exigir justicia para Khalil. Amy Greer, una abogada del equipo legal que representa a Khalil, habló con la prensa después de la audiencia judicial.
Amy Greer: “Mientras este genocidio se siga llevando a cabo y la limpieza étnica que se está produciendo en Cisjordania continúe ante el silencio de los países occidentales del mundo, Khalil seguirá hablando. Y este Gobierno puede seguir deportando gente, tratando de silenciar a nuestras comunidades, pero nosotros sabemos lo que está pasando. Mahmoud sabe lo que está pasando. Y está dispuesto a hacer uso de su palabra y proteger todos nuestros derechos”.
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