Las protestas contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos se están expandiendo a diferentes partes del país a pesar de las amenazas del Gobierno de Trump de desplegar soldados en otras ciudades además de Los Ángeles. El martes por la noche, el gobernador del estado de California, Gavin Newsom, pronunció un discurso en horario estelar para condenar la decisión del Gobierno de Estados Unidos de desplegar 4.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 infantes de la Marina estadounidense en Los Ángeles.
Gobernador Gavin Newsom: “Si cualquiera de nosotros puede ser llevado por la fuerza de las calles sin una orden judicial, en función únicamente de sospechas o por el color de la piel, entonces ninguno de nosotros está a salvo. Los regímenes autoritarios empiezan atacando a las personas con menos capacidad de defensa. Pero no se detienen ahí. […] California puede ser el comienzo, pero claramente no terminará aquí. Otros estados son los siguientes. La democracia es la que sigue. La democracia está siendo atacada ante nuestros ojos. El momento que hemos temido ha llegado”.
El periódico The New York Times informa que soldados de la Guardia Nacional están acompañando a los agentes federales de inmigración en las redadas que se están llevando a cabo en diferentes partes de Los Ángeles. Infantes de la Marina estadounidense también están brindando seguridad a los agentes del Servicio de Inmigración, pero la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, le ha pedido al secretario de Defensa, Pete Hegseth, que autorice a dichos soldados a realizar arrestos.