El Ejército israelí asesinó a uno de los periodistas más destacados de Gaza, el corresponsal de Al Jazeera Anas al-Sharif, y a otros cuatro colegas de la cadena. El hecho ocurrió en un ataque aéreo israelí contra una carpa de prensa ubicada en las afueras del hospital Al-Shifa. La cadena Al Jazeera calificó el ataque selectivo como un “intento desesperado de silenciar las voces que denuncian la inminente toma y ocupación de Gaza”. Este lunes se celebraron los funerales de Anas al-Sharif, su colega Mohammed Qreiqeh, los camarógrafos Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa, y su asistente Mohammed Noufal.
El ataque del domingo, del cual Israel se atribuyó la autoría, se produjo pocas semanas después de que Al Jazeera, el Comité para la Protección de los Periodistas y una alta funcionaria de la ONU advirtieran que la vida de al-Sharif corría peligro después de que Israel lo acusara de ser miembro de Hamás. En ese momento, la relatora especial de la ONU sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, Irene Khan, había criticado duramente a Israel por difundir acusaciones infundadas contra al-Sharif. Este lunes, Khan ha pedido que se impongan sanciones contra Israel por asesinar al equipo de Al Jazeera.
Según funcionarios de Gaza, Israel ha matado a 238 periodistas en los últimos 22 meses. El domingo, el periodista palestino Ibrahim Abu Moussa condenó los ataques de Israel contra trabajadores de la prensa.
Ibrahim Abu Moussa: “Las [fuerzas de] ocupación creen que, al matar a periodistas, podrán ocultar la verdad y evitar que sus crímenes se conozcan. Pero le digo a la ocupación que sus bombardeos no hacen más que fortalecer nuestra determinación y nuestra decisión de transmitir el testimonio del sufrimiento de nuestra gente en Gaza y exponer los crímenes contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.
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