El gobernador de California, Gavin Newsom, promulgó esta semana una ley llamada “No Secret Police Act” (Ley contra la Policía Secreta), que prohíbe a todas las fuerzas del orden, incluidos los agentes federales del Servicio de Inmigración, realizar redadas en el estado con el rostro cubierto.
“Esta ley está tratando revertir la política según la cual, rutinariamente, los agentes actúan con el rostro cubierto en base al argumento infundado de que los oficiales tienen miedo”, sostiene Eva Bitran, directora del área de derechos migratorios de la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) del sur de California.
Funcionarios del Gobierno de Trump ya han anunciado que ignorarán la ley de California, “por eso es que necesitamos tener una normativa federal que cubra a todo el país”, señala la legisladora por Nueva York Nydia Velázquez, quien ha presentado ante el Congreso de Estados Unidos “No Masks for ICE Act”, un proyecto de ley contra el uso de máscaras por parte de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). “Este Gobierno está fuera de control y eso nos afecta a todos”.
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