Rechazan acuerdo de Paz en Colombia: defensores del referéndum denuncian clima de “amenaza y miedo”

Reportaje03 de octubre de 2016

En Colombia ha ganado el “no” en el plebiscito sobre los acuerdos de paz entre el gobierno y el grupo rebelde más grande de la nación, lo que constituye un sorprendente giro de los acontecimientos y genera la amenaza de prolongar un conflicto armado que ya lleva 52 años en el país. Por un margen de votos muy estrecho, el 50.2 sobre el 49.8%, los colombianos rechazaron el acuerdo de paz que había sido arduamente negociado con la guerrilla de las FARC y firmado hace pocos días por el presidente Juan Manuel Santos. La victoria del “no” en el referéndum fue sorprendente, ya que se esperaba que fuera aprobado por una mayoría abrumadora.

Para conocer más sobre el tema, vea nuestra conversación con Mario Murillo, activista colombiano de larga trayectoria y autor del libro: “Colombia y Estados Unidos: guerra, inquietud y desestabilización”.

Transcripción
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AMY GOODMAN: En Colombia, los votantes han rechazado un acuerdo de paz entre el gobierno y el grupo rebelde más grande del país en un sorprendente giro de los acontecimientos que amenaza con prolongar los 52 años de guerra civil que ha sufrido el país. Por un margen muy estrecho, el 50,2 frente al 49,8 %, los colombianos rechazaron el acuerdo de paz negociado con el movimiento guerrillero de las FARC y firmado hace apenas unos días por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. El resultado del referéndum supuso una inesperada derrota para la opción favorable al acuerdo de paz, para la cual se vaticinaba una abrumadora victoria. En La Habana, donde se han mantenido las conversaciones de paz durante los últimos cuatro años, el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, prometió que su movimiento continuará trabajando para lograr la paz.

RODRIGO LONDOÑO: Las FARC-EP mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro. Al pueblo colombiano, que sueña con la Paz, que cuente con nosotros. La paz triunfará.

AMY GOODMAN: El presidente Santos envió a su equipo negociador de nuevo a La Habana para reunirse hoy y dijo que un cese al fuego con las FARC permanecería en efecto. La participación en el referéndum fue baja, menos del 40 por ciento a nivel nacional, y solo un 25 por ciento en algunas zonas de la costa del Caribe agitadas por las fuertes lluvias del huracán Matthew. En Bogotá, muchos partidarios del acuerdo de paz lloraban al conocer los resultados.

DANIELA BENAVIDES: Soy Daniela Benavides. Soy estudiante de derecho, y he votado por el “sí”, porque pensaba que Colombia iba a decir “sí” a la paz. Nadie se imaginaba que esto iba a suceder realmente. Teníamos la esperanza de que íbamos a vivir en un país nuevo. Teníamos nuestras esperanzas puestas en muchas cosas, pero la gente simplemente decidió continuar con la guerra y seguir con el dolor de más de 50 años, y no pensar en nosotros, los jóvenes, ni en las generaciones futuras. Sé que este acuerdo no era perfecto y que tenía millones de aspectos que obviamente no son muy buenos, pero yo prefiero un acuerdo en el que algunas de las palabras sean incorrectas en lugar de la guerra, donde las balas siguen disparando a las personas.

AMY GOODMAN: Muchos de los votantes por el “no” se oponían los puntos del acuerdo de paz que ofrecían amnistía, inmunidad limitada, y sentencias rebajadas para los rebeldes de las FARC. Álvaro Uribe, el expresidente derechista, lideró la campaña por el “no”, argumentando que no se debe permitir la reinserción en la sociedad de los rebeldes sin que reciban un castigo.

ÁLVARO URIBE: Esto les ofrece impunidad y elegibilidad para postularse para un cargo a los principales dirigentes de las FARC, el mayor cartel de tráfico de cocaína en el mundo.

AMY GOODMAN: La guerra civil de Colombia, que comenzó en 1964, se ha cobrado unas 220.000 vidas. Se estima que más de 5 millones de personas han sido desplazadas. Aquí en Nueva York se encuentra con nosotros Mario Murillo, activista colombiano de larga trayectoria profesor de comunicación en la Universidad de Hofstra. Es autor de “Colombia y Estados Unidos: guerra, inquietud y desestabilización”. ¿Puede hablarnos de la importancia de este voto por el “no”?

MARIO MURILLO: Para empezar, creo que hemos puesto demasiado peso en el plebiscito, en el referéndum. Pero es algo significativo. Me refiero a que, obviamente, el bando de Uribe y los partidarios del “no”, los que terminaron ganando por un margen muy estrecho, lo consideran como una victoria y como una demostración de la democracia colombiana. Y en muchos aspectos, lo es. Es algo emblemático de la democracia colombiana, cuando se habla de los altos niveles de abstención, lo que usted ha señalado antes, cuando se habla de una disparidad importante entre esas zonas rurales, las más afectados por la guerra, que abrumadoramente votaron a favor de acabar con esto, que dijeron “sí” a este acuerdo de paz —a pesar de sus problemas, votaron “sí”— , y entre las zonas urbanas, donde mayoritariamente han estado alejados de la guerra y no lo han vivido en su propia carne de forma constante, tan directamente como en el campo, y que votaron más a favor del “no”.

Y finalmente, el miedo. ¿Por qué se encuentra Trump liderando teniendo posibilidades de ser elegido en EE.UU.? ¿Cómo ocurrió el Brexit en el Reino Unido? En Colombia, la intimidación y el miedo era tan palpables, tan fuertes, en los medios de comunicación y en la cobertura sobre el tema, en lo que Uribe y su bando decían, que era casi inevitable que este fuera el resultado. Y creo que parte del problema fue que se puso demasiado peso en esta votación, en lugar de enfocarse en lo que se podía hacer para poner fin a esta guerra.

AMY GOODMAN: Entonces, ¿qué va a ocurrir ahora? Está Santos, el presidente, con esto que es un gran fracaso para él, diciendo que envía al equipo de vuelta a La Habana para negociar, que tiene que comunicarse más con Uribe y con las fuerzas del “no”, pero diciendo que el alto al fuego se mantendrá en efecto, como dicen las FARC. Por lo tanto, ¿qué significa esto?

MARIO MURILLO: Bueno, creo que eso es lo que espera todo el mundo. Quiero decir, ayer hubo devastación en Jackson Heights, en el barrio de Queens en Nueva York. Para los oyentes de fuera, es como el corazón de la comunidad colombiana en Nueva York. Y allí se podían ver las divisiones. Se podía ver a 60 personas fuera del lugar de votación, 60 o 70 personas totalmente a favor del “sí” y a unas 60 o 70 personas al otro lado de la calle, separados por barricadas y por la policía, totalmente a favor del “no” y gritando cosas bastante hostiles a aquellos que están a favor del “sí”. Y esa es la misma división que existe en Colombia.

Pero la gente en el lado del “sí” insiste en que esto no es necesariamente una victoria para la guerra, que simplemente tenemos que tener trabajar más duramente para tratar de resolver los muchos problemas a los que Colombia se enfrenta en este momento. Hay preocupaciones, —y esto es algo sobre lo que no se informa—, y es que las reacciones ya han comenzado en contra de los partidarios del “sí” y en contra de las FARC. Es decir, hubo informes ayer y durante la semana previa al referéndum del domingo, informando de que la derecha y los grupos restantes, las bandas armadas que todavía funcionan como grupos paramilitares antiguos, que fueron desmovilizados con Uribe, algo acerca de lo que no se ve la protesta pública que estamos viendo ahora con las FARC, y estos grupos estaban diciendo que en el momento en que estos rebeldes de las FARC entreguen sus armas, van a ser considerados criminales, van a ser considerados como objetivos militares. Y sobre ese tema ni siquiera se informa, sobre lo que va a ocurrir posteriormente a este acuerdo. Así que creo que pusimos demasiado peso en el acuerdo y no en lo que va a ocurrir, pasara lo que pasará en la votación, y lo que iba a ocurrir con posterioridad a esta. Creo que eso es a lo que deberíamos estar prestando atención: lo que está sucediendo en el campo, los niveles de intimidación tanto contra los antiguos rebeldes de las FARC, si este proceso continúa hacia adelante, y contra las personas que están en esas zonas que apoyan al cese de hostilidades.

AMY GOODMAN: Uribe hizo que este fuera un referéndum sobre la impunidad para las FARC, pero, ¿qué pasa con los paramilitares y el gobierno, aquellas fuerzas que fueron responsables de tantas muertes?

MARIO MURILLO: Creo que el asunto de la impunidad es un tema difícil, porque nos centramos demasiado en la impunidad para las FARC. Y esto es algo que tiene que ser señalado, que el acuerdo de paz también hablaba sobre cómo tratar con los soldados y con los militares, miembros de las fuerzas públicas, las fuerzas armadas de Colombia, que estuvieron involucrados en atrocidades masivas durante esta guerra civil de 50 años de duración. Y nadie está diciendo que queden impunes, que es además uno de los temas.

Y la otra cuestión es exactamente la que usted señalaba, que cuando Uribe negoció un acuerdo con los grupos paramilitares, los grupos derechistas que estaban trabajando mano a mano con las fuerzas armadas de Colombia, llevando a cabo una guerra sucia en el campo durante décadas, masacrando a la gente, forzando desplazamientos, —desplazando a millones de personas por la fuerza—, cuando ese proceso se estaba desarrollando, había mucha oposición, pero no se oía ni a Uribe ni a la derecha hablando de impunidad en ese momento. Esta gente, Salvatore Mancuso, el jefe de las AUC, entró al Congreso y recibió una gran ovación, ¿cierto? Y ahí están, preocupados por darles 10 escaños en el Congreso a las FARC como parte de este acuerdo de paz. Eso solo duraría, por cierto, ocho años. Sería un proceso político el permitirles que puedan insertarse en la vida política.

Por lo tanto, es engañoso en el mejor de los casos, y es típico de la intransigencia de la derecha colombiana. La derecha en Colombia no cede nada sin ofrecer una lucha brutal contra aquellos que luchan por la justicia social. Y, por desgracia, eso se va a retrasar ahora aún más debido a este referéndum.

AMY GOODMAN: ¿Usted cree que se mantendrá el alto al fuego? ¿Se llevará a cabo un nuevo referéndum? Quiero decir, menos de la mitad de la población votó, menos del 40 por ciento.

MARIO MURILLO: Realmente aún no hay nada claro. Creo que en las FARC, al menos en el nivel de mando alto, están totalmente convencidos de que tienen que cesar las hostilidades. Se puede reconocer el nivel de tranquilidad en algunas zonas del campo, y creo que todas las partes están reconociendo que no podemos volver a entrar en la guerra. De nuevo, mi miedo, —y creo que mucha gente está señalando esto—, es que va a haber actos de violencia cometidos tanto por parte de la derecha como por algunos vestigios de las FARC y otros grupos guerrilleros que todavía están operando en el país que van a ser proyectados en los medios de comunicación como hostilidades que se renuevan al nivel que vimos hace dos, tres, cinco años. Y en el minuto en que eso ocurra, en los medios de comunicación, una vez más, vamos a ver una avalancha de gente diciendo: “¿Lo ven? Estos tipos no van en serio. No se toman las negociaciones en serio”, y diciendo que una vez más irán a la guerra, incluso, porque hay miembros, que son una pequeña minoría de las FARC, que todavía están preocupados por entregar las armas y por formar parte de este proceso de desmovilización. Si se meten en un tiroteo y se llevan a cabo ataques especialmente de sectores derechistas todo se podría poner muy feo rápidamente.

AMY GOODMAN: Mario Murillo, quiero darle las gracias por estar con nosotros, activista colombiano desde hace mucho tiempo profesor de comunicaciones en la Universidad de Hofstra, autor del libro “Colombia y Estados Unidos: guerra, inquietud y desestabilización”. Esto es Democracy Now! Después de la pausa, vamos a hablar con la primera mujer afroestadounidense directora de cine en ser nominada… cuya película fue nominada a un Oscar. Fue Selma. Fue Ava DuVernay. Ahora ella tiene un nuevo e impresionante documental que se estrena esta semana. Se llama “Decimotercero”. Quédense con nosotros.

Traducido por Vanessa Londoño, Carolina Flórez. Editado por Clara Ibarra y Democracy Now! en Español.

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