En el estado de Texas, dos líderes indígenas, que se vieron obligados a huir de Guatemala en 2019, denuncian la continua violencia contra los defensores indígenas de la tierra y del agua y exigen justicia para líderes asesinados y prisioneros políticos indígenas en su país. Gaspar Cobo y Francisco Chávez están solicitando asilo en Estados Unidos. Cobo y Chávez estuvieron varados en la ciudad fronteriza de Juárez durante más de un año debido a la política del Gobierno de Trump de “Permanecer en México” y finalmente se les permitió ingresar a Estados Unidos después de que recibieron amenazas de muerte de un cartel de drogas de la región. Los dos fueron liberados recientemente de una cárcel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en la ciudad de El Paso, en el estado de Texas, y hablaron en una conferencia de prensa virtual.
Gaspar Cobo: “Nosotros no estamos aquí porque estamos en busca de mejores oportunidades de vida, sino que estamos aquí obligatoriamente porque fuimos expulsados. Las mejores oportunidades deben de estar en nuestras comunidades, deben de estar en Guatemala, están en Guatemala, pero lastimosamente nosotros no tenemos la oportunidad de vivir allí, porque nosotros vivimos en un Estado fallido”.
Chávez es un sobreviviente de una masacre de 1982 orquestada por oficiales del Ejército guatemalteco respaldados por Estados Unidos, además de haber sido un testigo presencial clave en el caso de genocidio contra el dictador Efraín Ríos Montt. Cobo ha abogado durante mucho tiempo por los sobrevivientes del genocidio.