El presidente estadounidense, Donald Trump, continúa impugnando los resultados de las elecciones del 3 de noviembre, después de que los recuentos indicaran que el candidato demócrata, Joe Biden, ha ganado en el Colegio Electoral y el voto popular por más de cinco millones de votos. El martes, la Oficina de Administración y Presupuesto declaró que procedería con la solicitud de presupuesto del presidente Trump para el próximo año fiscal, y el miembro principal de su gabinete, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que se estaba preparando para un segundo mandato del presidente. Pompeo respondió a las preguntas de los medios de comunicación durante una rueda de prensa en la sede del Departamento de Estado.
Rich Edson: “¿Se está preparando el Departamento de Estado para colaborar con el equipo de transición de Biden? Y, de no ser así, ¿hasta qué punto podría un retraso dificultar una transición sin problemas o representar un riesgo para la seguridad nacional?”.
Secretario de Estado, Mike Pompeo: “Habrá una transición tranquila a un segundo mandato de Trump. ¿De acuerdo? Estamos listos”.
Un funcionario del equipo de transición de Joe Biden le dijo a la cadena CBS News que el Departamento de Estado no está haciendo nada para facilitar las llamadas telefónicas que recibe el presidente electo Joe Biden de los líderes mundiales que lo felicitan por su victoria. Los periodistas le pidieron al secretario de Estado que comparara la respuesta del Gobierno de Donald Trump a la victoria de Biden con las elecciones de otros países en donde los candidatos derrotados no ceden el poder.
Periodista de la agencia de noticias Reuters: “Este departamento con frecuencia emite declaraciones que instan a elecciones libres y justas en el extranjero—”.
Secretario de Estado, Mike Pompeo: “Sí”.
Periodista de la agencia de noticias Reuters: “—y a que los perdedores de esas elecciones acepten los resultados. ¿No desacredita esos esfuerzos la negativa del presidente Trump por reconocer los resultados electorales?”
Secretario de Estado, Mike Pompeo: “Eso es ridículo. Y usted sabe que es ridículo. Lo preguntó porque es algo ridículo”.
En el Congreso de Estados Unidos, la periodista Eva McKend de la cadena Spectrum News le preguntó al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, qué dice de Estados Unidos el hecho de que líderes de todo el mundo hayan felicitado al presidente electo Biden cuando los dirigentes republicanos se niegan a hacerlo.
Líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell: “Lo que dice de Estados Unidos es que, hasta que no vote el Colegio Electoral, todo aquel que se postule para ocupar un cargo electo puede aclarar todas las dudas que tenga sobre el escrutinio en cualquier tribunal de jurisdicción correspondiente”.
El equipo de transición del presidente electo Joe Biden afirma que puede demandar a Emily Murphy, la funcionaria designada por Trump para la Administración de Servicios Generales, por negarse a firmar la carta oficial que certificaría la victoria de Biden. El equipo de transición del presidente electo no puede acceder a fondos gubernamentales ni comunicarse con organismos federales hasta que se firme esa carta. El martes, Biden habló sobre la negativa de Trump a reconocer los resultados de las elecciones.
Presidente electo Joe Biden: “Bueno, creo que es una vergüenza, francamente. El tema es que… ¿cómo decirlo con tacto? Creo que no ayudará al legado del presidente”.
En el estado de Pensilvania, un trabajador postal se retractó después de afirmar que el director general de Correos de la ciudad de Erie había ordenado a los empleados que modificaran las boletas recibidas después del día de las elecciones para que tuvieran una fecha de envío anterior al 4 de noviembre. Republicanos de alto nivel, como el senador Lindsey Graham, habían afirmado con frecuencia que estas alegaciones servían como prueba de un fraude electoral generalizado.
El miércoles es el Día de los Veteranos en Estados Unidos, y en el estado de Nevada, la campaña de reelección de Trump ha cuestionado la validez de los votos emitidos por más de 3.000 personas que, según afirma, no viven en el estado. Entre los acusados de “fraude electoral delictivo” se encuentran militares del Ejército que están desplegados por todo el país o que votaron por correo a través de oficinas de correo militares ubicadas en el extranjero. El periódico The New York Times se comunicó con funcionarios electorales de decenas de estados, tanto demócratas como republicanos, quienes informaron que no hay pruebas de que se haya cometido fraude electoral ni de la existencia de otras irregularidades.
Los principales funcionarios encargados de hacer cumplir la ley advierten que las teorías conspirativas del presidente Trump sobre los votos ilícitos podrían instigar a la violencia por parte de grupos de extrema derecha. El fiscal del distrito de la ciudad de Filadelfia, Larry Krasner, le dijo al periódico The Huffington Post: “Estamos manteniendo conversaciones con miembros de su base que creen que existe una red satánica de tráfico sexual de menores que está funcionando desde una pizzería. Me cuesta discernir si estas personas no son realmente parte de una actuación cómica del programa Saturday Night Live o si deberíamos estar aterrorizados porque les encantan los rifles AR-15”.
El martes, la Corte Suprema de Estados Unidos escuchó los argumentos para decidir si se derogará la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible en medio de la peor pandemia que ha visto el mundo en más de un siglo. El Gobierno de Donald Trump respaldó la derogación de la ley, mediante un litigio entablado por un grupo de 18 estados dirigidos por republicanos en una iniciativa liderada por el estado de Texas. Los estados argumentaron que el mandato individual de la ley, que establece que todos los estadounidenses deben tener un nivel mínimo de seguro de salud y aquellos que no lo tengan deberán pagar una multa fiscal que ya ha sido reducida a cero por el Congreso, es inconstitucional y que debería ser revocado. Por lo tanto, también debería derogarse el resto de la ley, conocida como Obamacare. Sin embargo, la respuesta de los jueces indica que la mayoría conservadora del alto tribunal no está de acuerdo. Estas fueron las palabras expresadas por el juez Brett Kavanaugh.
Juez Brett Kavanaugh: “Parece bastante claro que la solución correspondiente sería separar la disposición del mandato y dejar el resto de la ley en su lugar: las disposiciones relativas a las enfermedades preexistentes y el resto”.
En el estado de Carolina del Norte, el candidato demócrata al Senado Cal Cunningham le concedió la victoria al senador Thom Tillis. Esta victoria le garantiza al Partido Republicano el control de al menos 49 escaños en el Senado y lo sitúa muy cerca de obtener la mayoría de 51 escaños. En el estado de Alaska, el senador republicano Dan Sullivan lleva una gran ventaja inicial sobre su rival demócrata, Al Gross, cuya campaña todavía cree que tiene la oportunidad de obtener un triunfo inesperado una vez que se cuenten todos los votos enviados por correo. De todas maneras, el equilibrio de poder en el Senado se decidirá en las elecciones de segunda vuelta para los dos escaños del Senado del estado de Georgia, que se llevarán a cabo el 5 de enero.
El Gobierno de Donald Trump ha destituido al principal científico que supervisaba las investigaciones del Gobierno sobre el cambio climático. El periódico The New York Times informa que, el viernes pasado, Michael Kuperberg recibió la noticia de que ya no dirigirá el equipo que escribe la Evaluación Nacional del Clima, el informe cuatrienal elaborado por cientos de científicos de 13 agencias federales. El informe de 2018 reveló que el cambio climático pone en riesgo la salud humana, que provocará condiciones climáticas cada vez más extremas y que podría reducir la economía del país en hasta un 10 % para fines del siglo XXI.
En el Océano Atlántico, la tormenta tropical Theta ha pasado a ser la vigésimo novena tormenta nombrada del año, lo que hace que el año 2020 marque la temporada de huracanes del Atlántico más activa en la historia. La situación se desata al tiempo que América Central todavía se recupera de los estragos causados por el huracán Eta.
En Guatemala, las autoridades han puesto fin a las misiones de rescate en la aldea indígena de Queja, donde es probable que hayan fallecido decenas de personas debido a un deslizamiento masivo de tierra que se produjo la semana pasada. Esa aldea ya no es habitable. Un sobreviviente dijo que había perdido a 40 de sus familiares durante la tormenta. El Gobierno de Guatemala planea solicitar al Gobierno de Donald Trump un estatus de protección temporal para los guatemaltecos que viven en Estados Unidos debido a la devastación causada por el huracán Eta.
Los demócratas de la Cámara de Representantes exigen que el Gobierno de Donald Trump cancele sus planes de deportar a decenas de solicitantes de asilo cameruneses. Algunos de ellos son activistas que enfrentan órdenes de detención y persecución política en Camerún por parte de fuerzas gubernamentales conocidas por llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales. El martes, miembros del Bloque Negro del Congreso escribieron una carta al Gobierno de Trump en la que declaraban: “Permitir que continúen las deportaciones respaldaría la idea falsa de que Camerún no presenta riesgos para los deportados y que los informes de abusos contra los derechos humanos son exagerados”.
En México, el lunes, el periodista Israel Vázquez, de 31 años, fue asesinado a tiros en la ciudad de Salamanca, en el estado de Guanajuato, minutos antes de iniciar una transmisión en vivo para hacer un reportaje desde la escena de un crimen donde se habían encontrado restos humanos. Vázquez es el tercer periodista asesinado en México en las últimas dos semanas. La periodista Verónica Espinoza participó en una manifestación el martes para exigir que se lleve a los asesinos de Vázquez ante la justicia.
Verónica Espinoza: “No queremos ser números. No queremos contar compañeros caídos. No queremos que esta sea una carpeta sin resolver, porque este es un mensaje que no queremos dar en Guanajuato. Los periodistas no queremos convertirnos en víctimas aquí. Queremos seguir haciendo nuestro trabajo”.
México es uno de los países más riesgosos del mundo para los periodistas, ya que la violencia se disparó tras iniciarse una guerra contra el narcotráfico respaldada por Estados Unidos en el año 2006. Desde entonces, se ha asesinado a alrededor de 250.000 personas, incluidas decenas de periodistas mexicanos.