Cornel West y la reverenda Traci Blackmon: el clero de Charlottesville quedó rodeado por nazis que blandían antorchas

Reportaje14 de agosto de 2017

Continuamos nuestra mesa resonda sobre el estallido de violencia que tuvo lugar este fin de semana en Charlottesville, Virginia, cuando miles de neonazis, miembros del KKK y otros grupos de nacionalistas blancos llegaron a la ciudad para participar en la manifestación “Unite the Right” (Unir la derecha). Miles de activistas se congregaron en Charlottesville para oponerse a la marcha de los nacionalistas blancos. Entre los contramanifestantes se encontraban sectores del clero, estudiantes, el movimiento Black Lives Matter y el movimiento antifascista “antifa”.

Para ampliar esta información, hablamos sobre el tema con dos miembros del clero y una activista del Black Lives Matter local que participaron en la organización del contra-evento. La Reverenda Traci Blackmon es ministra ejecutiva de los ministerios de Justicia y Testimonio de la Iglesia Unida de Cristo. El sábado en la marcha, estaba dando una entrevista en vivo con la cadena MSNBC y se vio obligada a escapar cuando sus compañeros comenzaron a ser atacados a su alrededor. También Cornel West estuvo presente en el evento y relata lo sucedido. Y además, conversamos con Jalane Schmidt, profesora adjunta de estudios sobre religión en la Universidad de Virginia.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Estamos hablando sobre el terror en Charlottesville. La violencia de la supremacía blanca empezó el viernes por la noche cuando cientos de neonazis, miembros del Ku Klux Klan y otros nacionalistas blancos llegaron a la ciudad para participar en una marcha con antorchas. Así es, antorchas ardientes para una marcha sorpresa a través del campus de la Universidad de Virginia. Esa noche rodearon la estatua de Thomas Jefferson mientras gritaban “sangre y tierra”, una conocida consigna nazi, “no nos reemplazarán”, “los judíos no nos reemplazarán” y “las vidas blancas importan”.

Continuamos ahora nuestra discusión. Están con nosotros desde Charlottesville Jalane Schmidt, organizadora del movimiento local de Black Lives Matter (“Las vidas afroestadounidenses importan”, en español) y profesora asociada de estudios religiosos en la Universidad de Virginia. Aquí en Nueva York, nos acompaña el Dr. Cornel West, profesor en práctica de filosofía pública de la Universidad de Harvard, quien se encontraba en Charlottesville. Y desde St. Louis, nos acompaña la reverendo Traci Blackmon, ministra de los Ministerios de Justicia y Testimonio de la Iglesia Unida de Cristo, quien también se encontraba en Charlottesville este fin de semana.

Cornel West, hable de lo que vio el viernes por la noche. Usted se encontraba allí, en una iglesia. Estaba hablando, junto con otros. ¿Esperaba ver lo que vio afuera?

CORNEL WEST: No, no. Sabía que iba a escuchar un poderoso sermón de mi querida hermana la reverendo Dr. Traci Blackmon, y lo escuchamos. Escuchamos palabras conmovedoras de la profesora Jalane Schmidt. Y yo tenía un par de cosas que decir. Fue un momento hermoso, personas de todos los colores, de todas las tradiciones religiosas: musulmanes, judíos, cristianos, negros, blancos, rojos, pueblos indígenas. Y no deberíamos minimizar el salvaje ataque contra los hermanos homosexuales, las hermanas lesbianas, los bisexuales y las personas trans, todo eso fue parte de los cantos que tuvieron lugar al día siguiente.

Pero lo que sucedió fue que nos retuvieron como rehenes en la iglesia. No pudimos salir después del servicio, porque la marcha de las antorchas amenazaba a las personas que estábamos dentro. Así que entonces dije: “Chico, estos neofascistas están fuera de control. ¿Dónde está la policía? Quién iba a imaginar que nuestra querida hermana Heather, mi querida camarada, que también estaba con la organización Trabajadores Industriales del Mundo… eso es algo muy importante. Ella formaba parte de esa organización, y estuvo con nosotros el sábado, y pagó el más alto precio. Muchos de nosotros podríamos acabar pagando ese alto precio.

AMY GOODMAN: Quisiera pasar a la reverendo Traci Blackmon, y me gustaría que primero hablemos de su entrevista con MSNBC del sábado, cuando usted estaba en Charlottesville, y lo tuvieron que sacar de la escena en pleno directo ya que las personas a su alrededor estaban siendo atacadas. Hablemos de eso.

REV. TRACI BLACKMON: Se supone que la exhibición nazi y fascista empezaba hoy y no anoche, así que nos reunimos en una habitación, de pie, llenándola hasta la máxima capacidad para darnos unas palabras de aliento. Me invitaron a dar un discurso con ese fin. Y cuando estábamos terminando… ¡tengo que irme! ¡Tengo que irme!

JOY-ANN REID: ¡Oh, Dios mío! No sé qué está pasando aquí. No sé qué acaba de pasar con nuestra invitada.

AMY GOODMAN: Esa era Joy Reid de MSNBC, mientras Traci Blackmon era alejada de la escena por uno de sus colegas. Reverenda Blackmon, ¿qué pasó entonces?

REV. TRACI BLACKMON: Yo estaba en la entrevista con Joy Reid… por cierto, gracias por invitarme a este programa, también quisiera mostrar mis condolencias más profundas a la familia de Heather y la familia de los agentes del orden que también perdieron la vida en este trágico e innecesario acontecimiento. Joy Reid me había invitado a su programa para hablar de lo que había sucedido en la iglesia la noche anterior. Ellos no sabían lo que estaba sucediendo en Charlottesville hasta que empecé a hacer algunas llamadas para que la gente supiera que Charlottesville estaba siendo atacada. Enviaron inmediatamente un equipo a cubrir la noticia. El equipo de noticias estaba estacionado dentro del perímetro de los eventos que estaban ocurriendo el sábado, así que me pidieron que viniera a hacer una entrevista con el permiso de la gente local que estaban en el lugar. Primero pregunté a los organizadores comunitarios de Charlottesville si me daban permiso para hacer esa entrevista. Y en mitad de la entrevista, empezamos a oír pequeños estallidos, y yo no sabía lo que eran esos estallidos, todavía no sé qué eran. Pero la gente de seguridad me apresuró a salir del set de la entrevista. Realmente no sabía lo que estaba sucediendo en ese momento.

AMY GOODMAN: Escuchamos a la reverendo Traci Blackmon, hablando con nosotros desde St. Louis, ella estuvo en Charlottesville este fin de semana, el viernes por la noche se dirigió a la gente en la iglesia, y el sábado estuvo en las calles. También está con nosotros la profesora Jalane Schmidt. Usted forma parte de Black Lives Matter y estuvo muy involucrada con la organización de todo lo que ocurrió. ¿Puede decirnos qué pasó este fin de semana, qué pensó que iba a suceder, cómo se organizó, y qué tipo de respuesta obtuvieron por parte de las autoridades? Jalane Schmidt se está sentando en este momento, Así que déjenme pasar a Cornel West. El periódico The Guardian informó que esa noche, los que estaban oponiéndose a la marcha de las antorchas fueron atacados con antorchas, spray de pimienta y líquido combustible.

CORNEL WEST: Correcto. Había un grupo de valientes estudiantes, de todos colores, que estaban en la Universidad de Virginia protestando contra los neofascistas. Los neofascistas tenían sus propias armas. Y esto es algo muy importante a tener en cuenta, porque la policía, en su mayor parte, retrocedió. Al día siguiente, por ejemplo, los 20 de nosotros que estábamos allí parados, muchos de ellos parte del clero, hubiéramos sido aplastados como cucarachas si no hubiera sido por los anarquistas y los antifascistas que se acercaron, unos 300 o 350 antifascistas. Nosotros éramos 20. Y estábamos cantando “This Little light of Mine”, ¿Sabe a lo que me refiero? De manera que…

AMY GOODMAN: “Antifa” significa antifascista.

CORNEL WEST: Los antifascistas, y luego, algo crucial, los anarquistas, porque en realidad nos salvaron la vida. Habríamos sido aplastados completamente, y nunca lo olvidaré. ¿Qué significa esto? Lo que significa es que la policía estaba retrocediendo, eso por un lado, así que ni siquiera hubiéramos sido arrestados. Estábamos allí para ser arrestados. No habríamos podido ser arrestados, porque la policía se había retirado, dejando a los conciudadanos atacarse unos a otros, con todas las consecuencias que se pueden derivarse de ello.

Así que, en ese sentido, creo que lo que realmente estamos viendo, hermana Amy, es el declive del imperio estadounidense, con el reinado de las grandes fortunas, con el militarismo masivo, facilitado por la utilización de los más vulnerables como chivos expiatorios: inmigrantes, musulmanes, judíos, árabes, gays, lesbianas, trans y bisexuales, y de la gente negra. La supremacía blanca era tan intensa. Nunca he visto ese tipo de odio en mi vida. Nos quedamos allí parados, y nueve pasaron unidades, mirándonos directamente a los ojos. insultándonos y demás. Tuvieron suerte de que el Espíritu Santo no me abandonó, para serle sincero, porque quería dejarme llevar. Soy cristiano, pero no pacifista, ¿ya sabe? Pero me contuve. Sin embargo, esa clase de odio… pero eso es solo el lugar del conflicto. Esto se trata de las grandes fortunas, de la industria armamentística, y del modo en que esta civilización capitalista nos está conduciendo hacia una oscuridad y desolación increíbles. Y lo más bello es ver a la gente luchar en su contra. Fue algo hermoso ver a toda esa gente respondiendo. Pero había más fascistas que anarquistas, más fascistas que gente respondiendo.


Traducido por Rubén Gómez. Editado por Igor Moreno Unanua y Democracy Now! en Español.

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