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Un informe recién publicado por el proyecto de investigación y documentación La Raza Database Project revela que la cantidad de latinos, negros y otras personas de color que realmente han muerto a manos de la policía en Estados Unidos podría duplicar la cifra que generalmente se toma como referencia. El estadístico y demógrafo Jesús García explica cómo el equipo fusionó conjuntos de datos de proyectos de investigación independientes sobre la violencia policial para determinar con mayor precisión el origen étnico de las víctimas. Es “terrible ver estos números”, dice García. “Los resultados son claros y simples”. La gestora del proyecto, Ivette Xochiyotl Boyzo, califica la investigación de “innovadora” ya que no hay recolección de datos sobre violencia policial a nivel federal. “Es muy desafortunado que no exista ningún tipo de recopilación real de información que ayude a trabajar contra este tipo de violencias”, dice Boyzo, quien pide una mayor rendición de cuentas por estos hechos. “Lo más inquietante de todo esto es la tasa de impunidad”.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. Soy Amy Goodman, con Juan González. Un nuevo e impactante informe estima que 35.000 personas han muerto en interacciones con las fuerzas del orden público en Estados Unidos desde el año 2000 y que el número de muertes de personas de color a manos de la policía puede ser más del doble de la cantidad ampliamente reportada.
El proyecto de documentación La Raza Database Project fue fundado por el profesor Roberto Rodríguez, conocido como “Dr. Cintli”, quien falleció en julio. Rodríguez enseñaba estudios mexicano-estadounidenses en la Universidad de Arizona. Él mismo sobrevivió a una brutal golpiza en 1979 por parte de agentes del sheriff de Los Ángeles, luego de fotografiarlos atacando a otro hombre. Rodríguez pasó el resto de su vida luchando contra la violencia policial y escribiendo sobre la cultura chicana. En 2021 Democracy Now! entrevistó al “Dr. Cintli” sobre los hallazgos preliminares del informe de La Raza, que mostraban que las muertes de latinos e indígenas a manos de la policía fueron prácticamente ignoradas por los medios y estaban siendo subestimadas en un 25% a un 30% en las bases de datos nacionales.
ROBERTO RODRÍGUEZ: Algo que nos preguntamos como grupo fue: “¿Debemos contar todas las muertes, bajo detención, etc.?”. Todos dijeron que sí. Yo sólo quería contar las muertes injustificadas. Pero, ¿cómo se determina cuando una muerte no es justificada si el sistema judicial no funciona? Diría que hay un 99,9% de impunidad tanto en las muertes que examinamos como en la Patrulla Fronteriza. Se pueden contar con una mano, y sobran uno o dos dedos, los policías que están cumpliendo condenas duras de unos 30, 40, 50 años hasta cadena perpetua. Dudo que haya siquiera cinco. Personalmente, creo que esa es la solución real. Hasta que no se vean este tipo de condenas, no hay nada. Ninguna reforma será suficiente, porque lo único que un policía tiene que decir es: “Temí por mi vida”. Y eso lo absuelve de todo.
AMY GOODMAN: Escuchábamos al fallecido profesor Roberto “Cintli” Rodríguez, conocido cariñosamente como “Dr. Cintli”.
Para hablar más sobre el informe de La Raza Database Project, nos acompañan su gestora, Ivette Xochiyotl Boyzo, defensora de los derechos civiles y humanos y de pacientes con problemas de salud mental, y Jesús García, demógrafo estadístico del proyecto.
Bienvenidos a Democracy Now! Jesús, comencemos con usted. Explique sus hallazgos.
JESÚS GARCÍA: Amy y Juan, gracias por la oportunidad de estar aquí con ustedes. El intento de la base de datos Raza Database es traer a la luz el número de personas que han muerto a manos de la policía. Nuestras estadísticas nos dicen que más de 33.000 personas han muerto, han fallecido cuando se encontraron con la policía. De este número, por lo menos 6.500, o el 20% de la población, han sido latinos. Más de 8.000 personas de la raza negra han muerto a manos de la policía. Un número que nos sorprendió es que en la población asiática, en las estadísticas antiguas, contábamos alrededor de 500 personas muertas. Y con las nuevas estadísticas, más de 2.000 personas se han contado. Ese es un incremento de más del 75%. Así que nos hemos sorprendido por el número de personas, pero también con la distribución, sobre todo de las comunidades, no nada más latinos, sino asiáticos, negros, nuestros hermanos indígenas.
Este es un proyecto que realmente ha sido muy difícil para mí y para todos los que están aquí. Y nuestro deseo es que estas estadísticas ayuden a empezar la conversación de cómo podemos mejorar este sistema que ha visto más de 33.000 de nuestros ciudadanos y amistades muertos a manos de la policía aquí en este país.
JUAN GONZÁLEZ: Jesús García, en relación al incremento en las cifras, ¿puede hablar sobre las falencias de reportes anteriores, como el amplio estudio publicado por The Washington Post sobre las muertes a manos de la policía? Usted halló que un gran número de las víctimas en dichos informes fueron registradas inicialmente sin ninguna identificación de raza o bajo el rótulo de “Otro” y posteriormente usted logró identificar más claramente el origen racial o étnico de esas personas. Hable sobre ese proceso.
JESÚS GARCÍA: El Gobierno de Estados Unidos no tiene un proceso para contar las personas que han muerto a manos de la policía. Entonces el trabajo de identificar, de categorizar, ha recaído en proyectos independientes. Las estadísticas que yo he utilizado vienen de Fatal Encounters, de Mapping Police Violence, del Washington Post. Y cuando uno recolecta información, a veces no se obtienen todos los resultados. Muchas bases de datos no tienen nombres, no tienen edades, no tienen etnicidad. Así que lo que yo hice fue utilizar estadísticas del censo, de una base de datos de más de 160.000 nombres. Y de ahí, cuando lo procesé, pude identificar personas de origen latino, de origen negro, de origen asiático.
Los resultados vienen del esfuerzo de muchas personas que han trabajado en este proyecto. Empezamos, por ejemplo, con más de 9.000 personas que no tenían una raza identificada; en el proceso que utilizamos nosotros ese número se ha rebajado de 9.000 a casi 158. Entonces pude identificar un 99% de las poblaciones que no tenían nombres, que no tenían etnicidad y los resultados son los que tenemos aquí presentes frente a ustedes.
JUAN GONZÁLEZ: Usted también encontró un aumento significativo en el número de muertes de personas blancas a manos de la policía, ¿no es así?
JESÚS GARCÍA: Sí. La base de datos del censo identifica el porcentaje de un apellido y en ese sentido pude aumentar el número de apellidos de personas que no son de origen latino, asiático o negro, y el número creció de 11.300 a más de 16.000, un aumento de casi 5.000 personas. Nuestro deseo en ese trabajo era identificar todas las muertes, no nada más concentrarnos en las muertes de latinos o negros o asiáticos. En este proceso pude aumentar el número de personas anglosajonas de 11.000 a más de 16.000 y ahora esta población representa el 50% de todas las muertes en nuestra base de datos.
AMY GOODMAN: Quiero traer a Xochiyotl a esta conversación, Ivette Boyzo, coordinadora del proyecto La Raza Database Project. ¿Puede hablar en específico sobre la violencia sexual que sufren las mujeres migrantes y qué ha encontrado en sus investigaciones?
IVETTE XOCHIYOTL BOYZO: Muchísimas gracias, Amy, por tenernos aquí con ustedes. Pues yo pienso que una de las cosas más difíciles ha sido que nos hemos tenido que enfocar en la brutalidad policíaca simplemente porque no existe algún tipo de colección de información sobre estadísticas de violencia sexual en contra de las mujeres. Pero sí sabemos que este tipo de violencia está pasando dentro de los centros de detención y las cárceles, y que de alguna manera son prácticas que han existido desde que nació este país. Y pues las violaciones de derechos humanos y estos crímenes genocidas realmente no tienen ningún tipo de justicia y sabemos que específicamente escogen a las mujeres de color, a las mujeres migrantes como si no tuvieran derechos.
AMY GOODMAN: Quisiera preguntarles a ambos sobre la importancia del trabajo realizado por Roberto Rodríguez, el Dr. Cintli, como ustedes le llaman, el destacado profesor chicano que falleció recientemente y a quien Democracy Now! entrevistó al inicio de este proyecto. Ahora que celebramos el Mes de la Herencia Hispana en Estados Unidos, ¿qué significan sus contribuciones a esta base de datos? Xochiyotl, empecemos por usted.
IVETTE XOCHIYOTL BOYZO: El profesor Rodríguez, Dr. Cintli, de verdad que tiene una visión revolucionaria. Es un trabajo que realmente se enfoca en la invisibilidad de nuestra gente. Y yo pienso que el hecho de que haya dedicado toda su vida después de que él mismo sufrió un acto violento, que casi pierde la vida a manos de los alguaciles de Los Ángeles, y que pueda regresar y contribuir a la comunidad y decir “aquí estamos y siempre hemos estado aquí”. Y a pesar de que nuestros crímenes casi no son reportados y que el término de esta conversación pasa en términos de blanco y negro, creo que él ha abierto las puertas para estas conversaciones sobre nuestra identidad, por qué estos crímenes pasan con nuestra gente, con los migrantes, con los indocumentados, y que digamos “ya basta”, que empecemos a retar un poquito la narrativa de este sistema, y como él de una manera tan elocuente lo explicó en su trabajo, que somos gente de base indígena, que somos gente del maíz y que merecemos una vida digna y justa.
AMY GOODMAN: También quería preguntarle a Jesús García. Ustedes dos están en California. Ivette Boyzo, en el sur del Condado de Orange y Jesús, en la localidad de Bakersfield. Hable de la experiencia del “Doctor Cintli”, el profesor Rodríguez, cuando era un joven en Los Ángeles y fue golpeado por la policía, y sobre lo que llevó a la creación de este proyecto de documentación La Raza Database Project.
JESÚS GARCÍA: Sí, para mí Roberto era mi amigo, no lo conocí como profesor, no lo conocí como Dr. Cintli, no lo conocí como un mentor, que es para muchas personas. Para mí era mi amigo. Fuimos amigos por más de 40 años y desde entonces hablábamos de vez en cuando y me decía “oye, Jesús, soy un profesor” o “ya me voy a México”. Pero, durante toda su vida, yo sabía del duelo que tenía sobre lo que ocurrió en Los Ángeles. Cuando me llamó para preguntarme si le podía ayudar en este proceso, inmediatamente dije “claro, Roberto, para ti aquí estoy disponible”.
Yo tengo conocimiento de datos, conocimientos de estadísticas para llegar al resultado de este reporte; pero lo magnífico de Roberto es que él no solamente conocía personas como yo, sino que conocía personas como Ivette, que tiene un conocimiento de la comunidad, y conocía personas como Yaotl, que tiene conexiones por la música y por la poesía. Roberto era una persona que era más grande que ser un profesor o un amigo o un familiar, realmente es una persona que nos está… Ojalá, por sus esfuerzos, este proyecto vaya a cambiar y mejorar las interacciones entre la policía y la comunidad. Esto es lo que yo he tratado de hacer por él y ojalá este trabajo sea justo para la grandeza de Roberto Rodríguez.
JUAN GONZÁLEZ: ¿Qué fue lo que más le sorprendió durante la recopilación de los datos y la redacción del informe final?
JESÚS GARCÍA: Un resultado que realmente me sorprendió es que de las más de 33.000 muertes que han ocurrido en este país, la gran mayoría de la población, si estamos revisando códigos postales o registros del censo, la gran mayoría, más del 90% de la población vive en comunidades donde nunca ha habido una muerte entre la policía y la población, o como mínimo una muerte. Al mismo tiempo, en comunidades donde hay muertes, hay bastantes muertes. Aquí en Bakersfield hay un área de quizás una milla cuadrada donde ha habido más de 100, 130 muertes entre la policía y la comunidad. Hay comunidades en Phoenix, en Tucson, en Houston, donde hay cientos y cientos de muertes. Pero la gran mayoría de este país no sabe o no ha tenido o no conoce estas muertes, o para ellos no es algo que va a ocurrir. Aquí en Bakersfield, por ejemplo, si ocurre una muerte en la Union y la calle 5, pues claro, ahí es donde esas cosas ocurren, pero no ocurren en nuestra comunidad, no en las comunidades de más alto nivel socioeconómico.
Así que esto es lo que me sorprendió como un demógrafo, como un planificador urbano, la separación entre la concentración de muertes en ciertos lugares, mientras para el 95% del resto de la población eso es una cosa que nunca les ha ocurrido. Entonces, para ellos no es un problema y eso es una de las cosas que me ha sorprendido más sobre este estudio.
AMY GOODMAN: Ivette Boyzo, usted ha dicho que esta base de datos muestra evidencia de crímenes contra la humanidad. Explique exactamente qué quiere decir y qué es lo que más le sorprendió de esta investigación.
IVETTE XOCHIYOTL BOYZO: Pues creo que por primera vez al poder rescatar las cifras más perfectas, ahora sí que esta base de datos no es perfecta, pero es lo más cercano que tenemos, el hecho de que la gente que es considerada latina, hispana, indígena, chicana, que haya un 30% de un conteo que no… la manera en que nos cuentan, la manera en que nos clasifican, y que el 30% estemos prácticamente enterrados en la clandestinidad, y que haya un 98% de impunidad, es algo que, como bien explicó Jesús, no está pasando en las áreas que son predominantemente blancas y de un estado social más alto.
Entonces, yo creo que una de las cosas que hemos podido lograr con este reporte es que podemos entrelazar todos los tipos de violencia, a quiénes están afectando principalmente y que en sí la gente que somos considerada de base indígena o gente del maíz, como decía el profesor Rodríguez, Dr. Cintli, sabemos que estamos siendo racionalizados, que esto es por el fenotipo, son crímenes en contra de la humanidad de acuerdo a las leyes internacionales y pues son crímenes genocidas porque realmente son para traer la destrucción de una raza y esa somos la raza de base indígena.
AMY GOODMAN: Jesús García, mi última pregunta. Usted es un increíble analizador de números. Pero en última instancia esto no trata sobre analizar datos, trata sobre personas. Trata del comportamiento policial en Estados Unidos. ¿Qué pasa con las víctimas de esa violencia? Hable sobre lo que espera que surja a partir de este proyecto de documentación.
JESÚS GARCÍA: Nuestro deseo con ese reporte es que se presente como una base donde podamos tener más discusiones y pláticas. Aunque este reporte trae mucha información sobre las muertes a manos de la policía, hay otros lugares que faltan. Por ejemplo, no tenemos datos de personas que han muerto cruzando la frontera o a manos de Inmigración, de la Patrulla Fronteriza. Aquí empezamos la discusión. Tenemos más de 33.000 personas que han muerto, más de 6.500 personas de raza latina, ahí es donde empezamos.
Ojalá de aquí podamos enfocarnos en estas áreas de concentración de muerte y empezar a identificar soluciones locales, porque las muertes de personas han sido a manos de la policía local, por los Sheriffs, por los departamentos de Policía. Y aquí es donde podemos empezar la discusión para ver cómo se pueden cambiar las tácticas de comunicación con la comunidad. Y este es nuestro deseo con este reporte, yo creo que sería lo que a Roberto le gustaría leer, empezar la discusión sobre cómo podemos tener mejores interacciones entre la policía, servicios de seguridad y la comunidad.
AMY GOODMAN: Quiero agradecerles a ambos por estar con nosotros. Jesús García, demógrafo, estadístico del proyecto de documentación La Raza Database Project, e Ivette Xochiyotl Boyzo, gestora del proyecto. Para ver nuestra entrevista completa con el hombre que comenzó todo, Roberto Rodríguez, puede visitar democracynow.org. Soy Amy Goodman con Juan González. Muchas gracias por acompañarnos.
Producido por Clara Ibarra, Igor Moreno Unanua, Iván Hincapié y Democracy Now!
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